domingo, 24 de mayo de 2009

Perdido en el despacio.

Hay ocasiones en que la vida pasa así, como en una pelicula extraña, muda, a colores, pero con un fiitro que te hace ver todo entre azul y oscuro.

Días en que, sabes que no importa cuanto te preocupes, o cuanto pienses en determinado asunto, ese, el asunto, no se moverá ni para bien, ni para mal, simplemente seguirá estando ahí.

Días en que puedes repetir Te quiero, Te amo un millón de veces y la persona a la que se lo digas no te escuchará o si lo hace, hará como que no te escucha.

Días en que puedes hacer mucho ejercicio, pero eso no te dará una buena condición física.

Días en que puedes dejar de comer o comer en exceso,pero eso no te nutrirá ni te hará mas delgado.

Días en que puedes tener sexo como león, 1, 2, 3, 10 veces y eso no hará disminuir tu lujuria, ni tus ganas, ni te hará mas atractivo.

Días en que puedes dar limosna a todos los pordioseros que encuentres o ayudar a cruzar la calle a todas las viejitas en las esquinas y eso no te hará estar mas cerca del cielo.

Días en que puedes escribir mil poemas de amor, cantar mil canciones, gritar mil veces el nombre de la persona que amas y eso no hará que la ames menos o que la olvides o que la ames mas... y ni siquiera eso cambiará sus sentimientos hacia ti.

Días en que puedes ver la tele hasta que te duela la cabeza, en que puedes leer tanto hasta marearte, dormir hasta creer que has muerto, tomar agua hasta llenarte... y no notar ni un cambio, ni uno solo.

Son esos días, los que hacen que uno se empiece a preguntar sobre el sentido de la vida, que hacen que uno se cuestione si acaso la vida no es un sueño mas, o un sueño dentro de otro sueño...

Son días en que uno llega a creer que ya está muerto y solo observa el mundo desde fuera, o que se llega a pensar que uno es extraterrestre y ya pronto tendremos que regresar a nuestro planeta donde todo por fin tendrá sentido...

Son días de ocio. Días en que uno no tiene nada que hacer y el tiempo para hacerlo todo. Días en que uno se siente profundamente enamorado y sin esperanzas para seguir amando.

Días en que uno simplemente está perdido en el despacio.

Asi es.

domingo, 17 de mayo de 2009

Los quince años de Mayo.

Las fiestas de 15 años siempre se me han hecho... extrañas e interesantes. Cuando la familia decide realizar la fiesta de 15 años para su hija y la niña accede, comienza toda una aventura de cualidades inigualables.

Sólo en una ocasión (afortunadamente) me invitaron a ser chambelán de 15 años, pero mis amigos eran un poco mas socorridos para estos menesteres y estuve muchas tardes acompañandolos en los ensayos de los bailes.Y no es que a mi me de pena bailar en público, en realidad siempre lo he disfrutado bastante, pero los bailes de 15 años son... otra cosa.

Tratando de sacar un poco al snob que llevo por dentro, podría decir que las fiestas de 15 años son "la apoteósis de la naquez en pleno". Y es que nada se compara con todo lo que es posible observar en una fiesta de quince años: el papá que ya borracho no puede ocultar las lágrimas de ver a su mujercita convertirse en mujer, la mamá que orgullosa se encarga de atender a toooodaaaa la familia que se junta para la celebración, los familiares cómodos e incómodos que ya reunidos son capaces de cualquier desfiguro, los amigos y amigas de la invitada que les da tanta pena como a los chambelanes ver aquellos bailes y desfiguros, y se dedican mejor a ver que pueden ligar en aquella fiesta, aprovechando que van bañados y vestidos "formalmente"... pero lo mas lamentable quizá, sea la situación de la quinceañera.

La quinceañera está en una de las edades mas dificiles, en plena adolescencia, es muy probable que su cara se encuentre llena de barros, su cuerpo está en esa difícil situación en que aún no se le encuentra forma (existen excepciones, pero son eso: excepciones) que aunado a los vestidos color rosa y azul merengue pastelero hacen un cuadro no muy estético; para colmo, los salones de belleza parecen empeñados en hacer ver a la quinceañera como una integrante del elenco de la hora pico o de la familia peluche... ni hablar de las quinceañeras morenitas con los parpados maquillados de morado...

Si la quinceañera es gordita, es angustiante ver como los chambelanes ponen cara de terror cuando la tienen que cargar al final del vals... o el desfortunado baile "moderno" que resulta en un rock and roll de los sesentas, en que con calcetas, tenis y vestido de olanes se pone a dar giros y brincos acompañada de unos chambelanes mas tiesos y sin gracia que un higo deshidratado.

Hay algunos que de plano se pasan de la raya, hacen el ritual de la muñeca heredada a la hermana menor, el cambio de zapatos por zapatillas, las palabras y el brindis del papá que le tiene miedo al microfóno y el baile de vals hasta con el sobrinito recién nacido que no sabe nada, excepto que lo vistieron al estilo del luchador "guapito" de la AAA (Un enanito con traje).

Si, las fiestas de quince años, me divierten pero me dan pena ajena. Son de esas cosas que no comprendo pero me divierten y que sin embargo, si puedo elegir, prefiero no asistir.

Y es que, como Andy Warhol decía: "Todos tenemos derecho a nuestros 5 minutos de fama". Quizá las fiestas de quince años, sean la única oportunidad que tendrá la quinceañera, o la mamá, o el papá... de tener su noche de fama.

Un 30 de abril del año 1994 se me otorgó la oportunidad de entrar "al aire" en un programa infantil imitando voces de personajes infantiles, el 15 de mayo del año de 1994, me entregaron mi certificado de locutor tipo "A", luego de algunos meses de practicas. En ese mismo año, tan solo unos meses mas tarde, me entregarían el Premio Nacional de la Publicidad en Radio.

Hace 15 años, comencé mi aventura con una de las mas grandes amantes que he tenido: "La Radio". Y no con todaslas amantes se comienza como yo comencé en la radio, con el pie derecho y con un premio nacional.

Es curioso que 7 años después de haber comenzado mi carrera de locutor, me haya decidido por entrar a dar clases y de esta forma, el 15 de mayo no solo celebro mi trayectoria como comunicador radiofónico sino también mi carrera como profesor.

Me han preguntado que haré para festejar estos primeros 15 años y mi respuesta es que no lo sé, ni siquiera estoy tan seguro de querer celebrarlo, porque inmediatamente mi mente vuela a las imagenes de las celebraciones de los 15 años merengueros...

Mañana cumplo 7 años como papá (o sea, mi hijo cumple 7 años) y entonces ya estoy un poco angustiado... 15 años como locutor, 8 como profesor y 7 como padre... sin duda, debe ser una ocasión para festejar triplemente.

En lo que me decido si celebro o no, quiero agradecer públicamente a la vida por ser tan generosa conmigo y haberme dado tanto en tan poco tiempo. Agradecer públicamente a mis compañeros de trabajo y colegas, a quienes en su oportunidad me han dado la oportunidad de hacer lo que me gusta y amo, a mis amigos, a mis radioescuchas, a mis alumnos, a mis lectores, a mi hijo y a la mamá de mi hijo.

El agradecimiento es una virtud de los humildes y es la única práctica que nos asegura el poder tener y conseguir mas de lo que ya tenemos.

Gracias a ustedes y a mi Dios interior que me permite ver y disfrutar de las bendiciones recibidas.

Para la celebración se aceptan sugerencias... en una de esas, de puro gusto, hasta me animo a bailar el vals con una chambelana suculenta y sabrosona.

Asi es.

domingo, 10 de mayo de 2009

Veranos largos y meniscos rotos

En la década de los 80 y 90 del siglo pasado, las vacaciones de verano duraban de dos meses a dos meses y medio. En aquel entonces, no se pensaba que los estudiantes tuvieran que pasar todo el tiempo en la escuela, había horarios cortos y semestres que terminaban por ser cuatrimestres. Además de las largas vacaciones de verano, había dos semanas en semana santa, 3 semanas en diciembre y lo que se acumulara entre puentes, descansos y cosas por el estilo.

No recuerdo que mis compañeros de primaria, secundaria o prepa, en su generalidad, estuvieran ansiosos porque llegaran las vacaciones, en lo personal, las vacaciones eran como una especie de tormento chino.

Afortunadamente, tuve un muy buen circulo de amigos en aquella época. El ocio era compartido entre películas, salidas, telenovelas, música, campamentos, excursiones, tardeadas en la disco... la verdad es que después de 2 semanas, las actividades comenzaban a escasear y uno empezaba por filosofar y terminaba por cuestionarse cosas de esas profundas de la vida.

Lo mejor de las vacaciones largas era que llegaran familiares de algún amigo o conocido de visita y que entre ellos, llegara alguna prima o algo por el estilo, soltera, aburrida de las vacaciones y con ganas de experimentar algún amor de verano.

Los amores de verano, hacían las vacaciones mas que soportables y de eternas pasaban a ser cortas, cortitas. Si el susodicho amor de verano era "local", salir con la libertad de horario era una maravilla, en aquellos tiempos, salir significaba jugar basquet, dar un paseo en bici, excursionar, los cafes no se acostumbraban aun... pero la posibilidad de continuar el romance aun despues de las vacaciones, hacía que la relación se pusiera interesante.

Cuando el amor de verano era "foraneo" entonces aprovechar el tiempo era prioritario, un dia, un minuto, una salida eran autenticamente oro puro.

El regreso a clases era toda una colección de anécdotas. Viajes, aventuras, amores... estaba desde el que se la había pasado en su casa viendo a su mamá cocinar hasta el mas pudiente que lo habían mandado al extranjero en un viaje.

Mis ultimas vacaciones largas antes de irme a la universidad, las pasé en un campamento de 10 dias en la sierra de Durango.

Eramos mas de 1000 "scouts" de toda la República, acampando en medio de la nada y viviendo la aventura de nuestra vida. Junto a nuestra área de acampado se encontraban los scouts de Yucatán. Diario saliamos a realizar actividades, diario llovia. No había mujeres en aquel campamento, eramos puros machos jugando al rambo. Las únicas mujeres estaban en la enfermeria y la verdad es que estaban bien gachas, aun asi, muchos se enfermaban solo por tener un contacto con lo femenino.

Había chicos que lloraban por sus mamás, otros tantos que sacaban todo su lado salvaje en el bosque, hubo quienes no hacian caca porque no había baño, quienes no comían porque no les gustaba la comida de campamento...

Justo cuando faltaban 3 dias para el regreso, mientras comiamos sentados en el suelo, yo mantenía las piernas cruzadas; al levantarme, la rodilla derecha me tronó horriblemente, después se comenzó a hinchar y terminé en la enfermería.Me vendaron y me impidieron que siguiera realizando las actividades en tanto no tuviera un diagnóstico profesional y unas buenas radiografías. Ahí junto con mis meniscos rotos, terminó mi campamento, tuve que regresarme un día antes con los heridos de guerra y con los llorones que extrañaban a su mami.

Después de aquel campamento mi vida no sería la misma. En los años siguientes comenzaría la universidad, me saldría de la casa de mi madre, no podría volver a ejercitarme como antes lo hacía y no tendría mas amores, ni vacaciones largas de verano.

La reclusión de estos días gracias a la gripe puerca, me ha recordado los sabores de los veranos largos, aunque estemos en primavera, no haya amores de temporada y estas no sean precisamente vacaciones.

Curioso que este recuerdo y este diario coincidan en el día de las madres.

Hoy, con los meniscos aun rotos, 17 años después y muchas tragedias y éxito a cuestas, regresaré a casa de mi mamá para felicitarla. Y es que las mamás, aparte de ser gandallas, a veces insoportables, quejumbrosas, chantajistas, mala onda y todo lo que sabemos que pueden llegar a ser, son nuestra conexión con la tierra, nuestra conexion con la realidad, con nuestro origen, nuestro pasado y nuestra historia.

Nadie mejor que ellas saben de nosotros y aunque podamos mentir a los demás, solo ellas saben la verdad de nuestras risas y nuestro llanto.

Si algo pudiera reprochar a esta vida tan maravillosa que me ha tocado vivir, es el no poder ser madre (por obvias razones), y es que eso de crear vida, que crezca en nosotros y dar a luz, debe ser la neta.

Por esta vida y hasta que reencarne en mujer, me conformaré con ser padre. Eso si, un padre muy madres!

Vaya una felicitación a todas las mamás en su día, por esa bendición que las hace una y la misma con Dios, el poder de crear vida.

Asi es.

domingo, 3 de mayo de 2009

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Después de una semana y dos días de estar en "alerta", como es común en este tipo de situaciones, las aguas comienzan a regresar a su cauce. Estar a la defensiva ante un peligro es algo natural en todas las especies animales y algunas vegetales, pero estar en guardia por un tiempo prolongado es atípico y antinatural, si siempre nos estamos defendiendo, jamás disfrutamos de la vida.

Ante una alerta tan prolongada, ya sea por fastidio o porque uno tiene mucho tiempo para pensar, se pregunta: ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Desde un punto de vista puramente existencialista, lo peor que podría pasarnos sería la muerte. Es decir, si llega la muerte ya no hay posibilidades (al menos en esta vida, dependiendo de las creencias de cada quien) y al no haber posibilidades, el juego acaba. Desde otros puntos de vista, cada quien tiene su propia versión de lo "peor" que les podría pasar: ser reclutados en un campo de concentración, arder en el infierno mientras el diablo nos pica las costillas con un trinche al rojo vivo, no volver a ver a la persona amada, quedarnos solos, estar en un cuarto lleno de ratas y escorpiones... las posibilidades podrían ser infinitas, pero seamos honestos, la mayoría de esas pesadillas son improbables que nos sucedan y por otro lado, siempre podremos morir, lo cual, es una alternativa exquisita ante cualquier sufrimiento mundano. Asi que lo peor que nos podría pasar en términos existenciales, se vuelve una alternativa ante nuestras peores pesadillas. Es asi el razonamiento del suicida.

El pánico que causan las alertas como la de la mentada "Gripe Puerca", es que nos ofrece la posibilidad de morirnos (lo cual, vamos a suponer que es lo mas malo que podría pasarnos) pero además, si ese fuera el caso, no moririamos romanticamente como muchos desearían (como héroe salvando vidas, poniendose por delante de un hijo que está en peligro, tomando veneno dejando una nota de amor al amante fugitivo, dormido para no sentir nada, etc.), sino en el peor de los escenarios, con fiebre, mocos, flemas, probablemente en un hospital y sin poder besar a nadie o tener sexo unos dias antes.

De esta forma, el escenario del contagio por la "Gripe Puerca" se vuelve el peor escenario para muchas personas, inclusive hay quienes tenían calculado morir de otra enfermedad que les parece mas bonita, por lo que morir de una enfermedad distinta a la planeada, no les es de mucho agrado.

Pandemias como esta, le dan el pretexto perfecto a quienes desean morir. Y por otro lado, lo esperado es que nos dieran pretextos y ganas de seguir viviendo a quienes asi lo deseamos.

Pero insisto, ¿Qué es lo peor que podría pasarnos?

Podemos quedarnos sin comer uno o varios dias, pero es improbable morir de inanición, aun en los casos extremos en África, mueren de hambre, pero no es por falta de alimento, son mas bien factores de otra índole los que pesan ahí. (Por cierto, ¿Recuerdan que hace un año, había según escasez de alimentos?).

Podemos quedarnos sin trabajo, pero siempre habrá en que ocuparnos, una persona sin trabajo es una persona floja y sin creatividad.

Pueden abandonarnos y dejar de amarnos, pero, carajo, con 6500 millones de personas en todo el planeta, hay millones de soledades que desean ser compartidas.

Nuestros padres pueden dejar de hablarnos, humillarnos, ponerse "punkys", pero vaya... ¿A quien engañamos?, asi son los papás y ya los conocemos.

Podrían encerrarnos en la carcel y si fuera el caso, por algo lo harían... asi que no nos metamos en problemas.

Podría morir un ser querido, pero, ¿Quién podría controlar una situación de ese tipo?, la muerte es innevitable y seguro llega, tarde o temprano.

La lista podría ser infinita como posibilidades hay en esta vida.

El dinero, el amor, el trabajo, la libido, las ganas, la felicidad... van y vienen.

Como dijera Elton John a próposito del Rey León, es el Circulo de la Vida.

En las artes marciales chinas, se habla de la estrategia del Tigre y el Dragón, mientras que uno está preparado para el ataque aéreo del Dragón gigante y temerario, puede venir el Tigre (mas pequeño, pero no por ello menos peligroso) por debajo y atacarnos por sorpresa.

La moraleja: No debemos descuidar nuestros flancos. Debemos estar siempre listos y preparados, sobretodo ante las amenazas que parecen "gigantes".

¿Qué es lo peor que podría pasarnos?

Sin duda, el ataque del Dragón es algo temible, pero los invito a mirar por el suelo, entre los arbustos a los Tigres que posiblemente se encuentran escondidos, esperando nuestro descuido.

Lo peor que podría pasarme, como ser vivo es morir. Aunque sabiendo que soy un alma dentro de un cuerpo y lo que muere es el cuerpo, la muerte cambia de significado.

Como ser humano pensante, lo peor que me podría pasar, sería no poder pensar y entonces no encontrar soluciones a mis problemas.

Como ser espiritual, lo peor, sería quedarme sin alma, sin espíritu.

¿Cómo estás alimentando tu espíritu?

Mientras haya vida, hay posibilidades, por lo tanto, la vida es sinónimo de fé y esperanza.

¿Qué es lo peor que podría pasar?

No lo sé de cierto, pero no creo que sea la pandemia de la gripe puerca y en todo caso, como dice un dicho Budista, lo mas probable es que a lo que mas tenemos miedo que suceda, ya haya sucedido.

Asi es.