domingo, 5 de julio de 2009

Respira...

Hace ya varios dias que me encuentro dandole vueltas a la idea sobre nuestro sentido en la vida. Acostumbrado a filosofar, quizá nunca, con tanta profundidad, me habia empeñado tanto por dar sentido a la razón por la cual estamos aqui.

En mi primer libro "Los 12 principios de la divinidad" (disponible en amazon), intento de forma sencilla y practica, responder a las grandes preguntas de la vida.

Pero ver a los animales me inquieta.

Porque habriamos de ser superiores, nosotros, tan animales tambien finalmente, a una amiba, a un ratón, a un gato o a una ballena...?

Pareciera que la única diferencia es que nosotros podemos pensar y mas allá de eso, podemos pensarnos. Es decir, somos concientes de nosotros mismos.

Hay ocasiones, en que me situo detrás de mis ojos y al observar el mundo me hago conciente de que soy quien está pensando que está pensando.

Al parecer, un animal cualquiera o una planta, no tiene conciencia de su propia existencia. Pero nosotros, los seres humanos, sabemos que somos, sabemos que existimos y por lo tanto, somos concientes de nosotros mismos.

En términos prácticos, ¿De que nos serviría ser concientes de nosotros mismos?

Por principio, esta conciencia nos conflictua sobremanera. Al ser concientes de nuestra propia existencia, no disfrutamos de la vida tal cual es, sino que tratamos de explicarla con miles de razonamientos. Después de tratar de explicarla, nos interpretamos nuestra realidad haciendo juicios sobre la misma realidad y la etiquetamos, volviendola buena, mala, regular, feliz, triste, etc...

Al etiquetar nuestra realidad, comenzamos a trabajar por mejorarla, por mantenerla o whatever... Somos los únicos seres sobre este planeta que no aceptamos nuestra realidad tal cual es y queremos mejorarla o cambiarla para que sea como nosotros queremos.

¿A donde nos lleva el querer cambiar nuestra realidad?

A una lucha sin fin contra el universo.

En este punto, es cuando me pregunto sobre que tan genuino es tener aspiraciones, ambiciones, deseos... o simplemente deberiamos aceptar la vida tal cual es y como viene.

Es decir, no hay plantas o animales ricos, pobres, felices, tristes o prosperos... la vida en el planeta simplemente ES. Querer cambiar la vida es tanto como querer enfriar el sol, porque está muy caliente. Aceptamos que el sol es asi, que los animales son asi, que las plantas son asi. En el intento por cambiar su realidad, el ser humano se ha metido con la naturaleza haciendo incluso manipulaciones genéticas. Me parece una locura.

Si todo es obra de Dios y las cosas ya son o eran perfectas, para que intentar cambiar o modelar la realidad.

Sé que algunos pensarán que ya me deschaveté o que simplemente ando borracho o aun dormido.

Sin embargo, para mi, cada vez está mas clara la idea budista de simplemente vivir en el camino, seguir el camino.

Cuando un budista se dedica a observar su respiración y disfrutar de su existencia, es porque se ha despojado de toda idea de juicio o de valor sobre la realidad. El momento presente simplemente ES. La realidad ES.

Nuestros conflictos y problemas solo están en nuestra interpretación de la realidad.

Si aceptamos que la vida es perfecta, que el universo es perfecto y que nosotros solo somos una molécula en el cuerpo vasto e infinito de la vida, nos daremos cuenta de cuan inútil es sentirse acongojado o atribulado por la realidad.

Finalmente, en el universo somos un punto, nuestro tiempo no es nada, nuestra vida dura un segundo y todo lo que hagamos en este momento y durante lo que nos toque ser concientes de nosotros mismos, no será más que lo es: Un choque de estrellas, el nacimiento de una flor o la aparición de un agujero negro.

Somos sólo un acontecimiento mas de millones que suceden simultáneamente en el universo, en sus distintas dimensiones, en sus distintos espacios, en sus distintos tiempos.

Respira... eso es lo único que te mantiene en el ahora.

Todo lo demás... llega y se va de igual manera.

Asi es.

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