domingo, 9 de octubre de 2011

Apple-Macintosh y la Ley de la Atracción

Una vez que tomas la decisión el camino se abre. Durante la época de la secundaria, soñaba con tener una computadora. En aquel entonces, teníamos la idea de que la computadora era como en las películas del Santo, unas máquinas inteligentes que obedecían tus órdenes y tenían todo el conocimiento del mundo. Aún recuerdo cuando le pedí a mi papá (qepd) que me comprara una computadora. - Le dije: "Imagínate que le escriba en el teclado, ¿Quién fue Miguel Hidalgo? y me responda con toda la biografía del padre de la patria y su foto y toda la cosa. ¡Me ahorraría mucho trabajo en la escuela!" - Mi papá me contestó: "¿Y eso de que serviría? Te harías un burro." Hace 24 años tuve mi primera computadora, una comodore 16. Era un teclado que traía incorporado el CPU y se conectaba a la televisión como si fuera un videojuego. Mi madre me la compró con mucho esfuerzo debido a mi insistencia. Obviamente, no era nada de lo que yo esperaba o imaginaba. Practicamente no hacía nada. Además no tenía impresora, los diskettes aún no se inventaban y funcionaba con una especie de cartuchos. Pero comprar esos artilugios estaba fuera de nuestro presupuesto. Entonces me enteré que se tenía que programar para que hiciera cosas. Me inscribí en un curso de Programador Analista donde enseñaban a programar en Basic. Además me compré el libro mas grueso que encontré sobre computación... y me puse a hacer cosas. Mi primo Beto me pasó unos programas impresos en unas hojas verdes, que se alimentaban a la computadora y ejecutaban juegos rudimentarios al estilo del Atari. Podía tardar mas de medio día en capturar los largos programas, si se iba la luz, lo perdía todo y debía volver a comenzar. Si me equivocaba en una línea, tenía que buscarla y corregirla. Si todo funcionaba bien y ya que no tenía ningún medio de almacenamiento, al apagar la computadora perdía todas las horas de trabajo de captura. Aún con todo y eso me fascinaba mi computadora. Todo aquello era como magia para mi mente adolescente. Jamás me imaginé que en esos mismos años, en California, unos jóvenes hippies se imaginaban que las computadoras serían mejores y más fáciles de usar que la que yo tenía en casa. No tenía idea siquiera de que Apple existía. Cuando iba a la mitad de la universidad, volví a convencer a mi madre de que me comprara una computadora mas nueva. En esa ocasión, la afortunada fue una IBM PS/II con un procesador 386. Corría el Windows 3.1 y ahora si tenía una impresora Canon - blanco/negro y los disketes ya existían. La multimedia comenzaba a existir. Lo que hacía con esa computadora era mas que magia. Diseñé mis primeras revistas y anuncios publicitarios en ella. Aún recuerdo el fin de semana en que tenía que armar los originales mecánicos de la Revista Audio Tinta de Radio Educación. Mandaba a imprimir una hoja y se tardaba hasta 2 horas en salir impresa. Pero cuando por fin la tenía en mis manos era como tener a un niño recién nacido. La experiencia era incomparable. Aún con todo y eso, era mucho mas rápido y de mayor calidad que armar los originales mecánicos a mano. En la universidad había escuchado que las mejores computadoras para el diseño gráfico eran las Apple, pero que eran carísimas. Así que me conformé con mi IBM y comencé a soñar con Apple. Entraba a las tiendas de computadoras Apple, coleccionaba toda la publicidad que daban de la marca, veía los precios y me imaginaba miles de formas en que conseguía el dinero para comprarme una. Hace 15 años tomé la decisión de comprarme mi primera Apple Macintosh. Asistí a la Expo-Mac en la ciudad de México con los ahorros de medio año de trabajo. La computadora mas barata, la Performa 6300, costaba 12,000 pesos. Yo sólo había alcanzado a juntar 11,300 pesos, aún así me fui en espera de encontrar una buena oferta. Yo sabía que tenía que regresar con una Apple Macintosh a casa. Recorrí todos los stands y ninguno se ajustaba al precio. Hasta que un vendedor se apiadó de mi. Me armó un paquete especial ajustado a mi presupuesto. Cambió el monitor original por uno genérico y me realizó un descuento. Pude comprar mi primera Mac. Al prender mi Mac, me enamoré de inmediato de ella. Era mucho mas rápida, amigable y más bonita. Tenía todas las funcionalidades multimedia y además podía diseñar con ella sin tener que recurrir al latoso Corel. Además no tardaba tanto en imprimir. En ese momento supe que jamás volvería a comprar una PC con windows para uso personal. Como buen cliente y fanático de la marca, aprendí su historia y comenzó mi admiración por Steve Jobs y mi "pelea" con Bill Gates. Después de comprar mi primera Mac, las demás llegaron mucho más fácilmente. Una vez que vences tus miedos y haces algo por primera vez, las siguientes ocasiones es más fácil y rápido volverlo a hacer. Pero me había enamorado tanto de mi primera Mac (y de las subsecuentes) que no podía venderlas o deshacerme de ellas, así fue como comencé a coleccionarlas. Después ya sólo compraría Mac's antiguas por el placer de tenerlas. Actualmente tengo muchas Mac's de todas las etapas, de todos los tipos, de todas las formas. Y por supuesto, que uso una Mac moderna, rápida y eficiente. Por todo ello y más, es que lamenté mucho la muerte de Steve Jobs en días pasados. Conozco la historia de su vida y tengo una idea mas o menos exacta del porqué terminó sus días de la forma en que lo hizo. Pero eso ya no importa. Lo importante es que cambió mi vida y la de millones de personas en el mundo. Gracias a él y a Steve Wozniak (cofundador de Apple) el mundo es mejor que hace 30 años y por fortuna, no volverá a ser igual. Hoy disfruto como nadie de la magia de la computación. El internet hizo posible mi sueño de adolescencia y como le comenté a mi papá (qepd), ahora sólo abro el google y le pregunto a la computadora lo que deseo... ¡y me responde! Y si piensan que no hay una enseñanza espiritual en mi blog de esta semana, debo decirles que están equivocados. Esta anécdota de mi vida es una parábola de como funciona la ley de la atracción. 1.- Debes saber con claridad y absoluta certeza que es lo que quieres. (Yo quería una Mac). 2.- Debes saber lo que se siente o sentiría tener lo que deseas. (Ya había tenido computadoras antes y tenía una sensación acerca de ello). Si no lo has tenido, haz lo posible por tener esa experiencia, Ve a las tiendas y usa los equipos de demostración. Maneja un coche de prueba. Haz lo posible. 3.- Debes tener absoluta certeza, seguridad y confianza de que lograrás lo que quieres o tendrás lo que anhelas. Sin lugar a dudas. (Yo siempre supe que tarde o temprano tendría una Mac...o decenas). 4.- Debes disfrutar del proceso y disfrutar de tu manifestación. (¡Yo disfrutaba las Mac's desde antes de que fueran mías!). Jamás tendrás facilmente algo que no disfrutas o que en realidad no deseas. 5.- Debes hacer TODO lo que esté en tus manos para lograr lo que deseas y el universo hará su parte. 6.- Debes soñar con el mundo posible que deseas (la computadora inteligente de mi adolescencia) y no dejar de soñar en ello. 7.- Debes repetir la experiencia hasta que sea fácil y cotidiano lograr lo que deseas. Sin saberlo, utilicé la ley de la atracción para tener todas las mac que se me dieran la gana. Lo mismo he hecho con los viajes, con mis trabajos y en múltiples áreas de mi vida. Por eso sé que la Ley de la Atracción funciona. Finalmente, agradezco infinitamente a Steve Jobs su gran legado: Lo que puedes imaginar, lo puedes crear. Obviamente, él no era el ingeniero que fabricaba o diseñaba los aparatos, él sólo cumplía con imaginarlos. Después contrataba a las personas adecuadas, se acercaba a las empresas pertinentes y hacía todo lo que tenía que hacer para que lo que había imaginado se volviera realidad. Y disfrutaba haciéndolo. Jamás se dió por vencido, ni siquiera cuando el CEO de HP le dijo que las personas jamás querrían tener una computadora personal en su casa. Steve Jobs SABÍA que tenía la razón y CONFIABA en el poder de su imaginación. HP le hizo un favor pues así comenzó su sueño. El tema de la salud es otro asunto y yo sé que su transición fué también una decisión personal. Por eso, respeto esa decisión y sé que donde quiera que esté está feliz y satisfecho con su obra. NAMASTE querido Steve. Así es.

domingo, 2 de octubre de 2011

¿Qué es lo que quieres?

¿Qué quieres? ¿Cuántas veces nos han preguntado ésto? ¿Cuántas veces lo hemos preguntado a otras personas? ¿Cuántas veces nos lo hemos preguntado a nosotros mismos? Quizá sea la pregunta mas común y la más difícil de contestar a la vez. A lo largo de nuestra vida, tenemos deseos, necesidades, sueños y metas. Muy pocas veces reparamos en la diferencia que hay entre ellos y en menos ocasiones los clasificamos para nuestra propia utilidad. Todos tenemos necesidades. Desde que somos concebidos y mas tarde, nacemos a la vida, tenemos necesidades. Nuestra experiencia mortal nos exige cumplir con ciertas obligaciones: respirar, comer, hidratarnos, descansar, amar y ser amados, comunicarnos, etc... Hay necesidades que son además un derecho, como el amor o el alimento. Nuestras necesidades básicas derivan en necesidades sociales, como lo son: la belleza, el poder, la educación, el transporte, etc. Y tenemos una tercera necesidad, la necesidad de trascender, de servir, de hacer con nuestra vida algo importante, de tener comunicación con nuestro ser superior. Cuando encontramos muchas formas de satisfacer una misma necesidad, entonces comenzamos a desear. Deseamos cuando tenemos varias alternativas para satisfacer nuestras necesidades. Todos tenemos la necesidad de comunicarnos, pero deseamos hacerlo de formas distintas. Hay quien prefiere comunicarse a través del internet, de cartas, de mensajes de texto, hablando por teléfono, etc. Y para ello ocupamos aparatos, tecnología, equipos que nos asisten en la tarea. Aqui es dónde comienza la complicación, pues confundimos el instrumento con el deseo y el deseo con la necesidad. Cuándo yo digo que deseo un auto, ¿Qué es lo que en realidad quiero? No quiero el armatoste mecánico y metálico, tenerlo de por sí no satisface ninguna necesidad específica. Es cuando lo uso, cuando en realidad me sirve. El automovil me sirve para transportarme y transportarme me sirve para estar en comunicación con los demás y necesito estar en comunicación con los demás para poder trabajar, para poder servir, para poder expresarme, etc. Aunque igual podría trasladarme en moto, bicicleta o transporte colectivo. Así que el automovil además de transportarme me da comodidad, seguridad, rapidez. Decir que deseo un auto no es del todo correcto. Lo que deseo es trasladarme de un lado a otro, con comodidad, seguridad y rapidez. A esto le llamo "La Miopía de la Querencia". Es común que en los países mas desarrollados quienes podrían tener un auto prefieran transportarse en taxi, tren o motocicleta. Esto es natural ya que en esos países el transporte público es seguro y cómodo, además la educación vial garantiza la seguridad de los motociclistas. La miopía de la querencia se podría definir como la confusión del objeto o sujeto con la utilidad o necesidad real. Querer una pareja en realidad es querer compañía, sexo, comprensión, comunicación, tolerancia, simpatía, compatibilidad, etc. Quienes han logrado emparejarse con una persona "bella físicamente" pero que no le satisface intelectual, sentimental o hasta sexualmente, saben a lo que me refiero. Es como tener un ferrari estacionado en la cochera porque no tiene motor o asientos o se encuentra sin gasolina. Cuando queremos hacer realidad nuestros deseos, debemos tomar en cuenta "La Miopía de la Querencia". Nos pasamos mas de la mitad de nuestra vida trabajando y luchando por hacer realidad nuestros deseos, sólo para darnos cuenta que el puro hecho de hacerlos realidad, a veces nos sirve de muy poco. Centramos nuestra atención en el objeto o sujeto y no en lo que en realidad necesitamos y queremos. "La miopía de la querencia" es uno de los resultados de nuestra cultura orientada al consumo. La mercadotecnia y la publicidad nos han enseñado a desear y querer el objeto por encima de su utilidad. Aún mas importante, deseamos el objeto o el sujeto por encima de las emociones y sentimientos que la satisfacción de tenerlos nos puede dar. Por esta razón, vivimos una etapa de caducidad en todos los sentidos. Los matrimonios tienen fecha de caducidad, porque nos enfocamos en escoger al sujeto adecuado, como si de leche o yogurth se tratara. Cuando el sujeto ya no nos sirve, satisface o no resulta lo que esperábamos, lo desechamos. Compramos celulares, computadoras, autos, ropa y zapatos desechables. Ya no invertimos en nuestros bienes, simplemente compramos para usar y desechar. Un celular después de un año, sirve perfectamente para el propósito básico para el fin que fue diseñado y producido: comunicar, sin embargo, la miopía de la querencia, nos hace creer que "necesitamos" un celular nuevo. La frecuencia con que nuestros "deseos" se renuevan, hace mas comprensible porqué es tan difícil de usar la "ley de la atracción" en nuestros días. Deseamos por capricho, no por necesidad. Y por el mismo capricho cambiamos de deseo, tan frecuentemente que ni siquiera nos damos tiempo de apasionarnos, de entusiasmarnos, de manifestar nuestros deseos. Imaginemos que un campesino siembra granos de maíz, pero a la siguiente semana de haberlos plantado, cambia de idea y remueve la tierra y ahora decide que desea frijoles. Pero a la siguiente semana, decide que ahora desea papayas. Es muy probable que no solamente tenga un problema para sacarle provecho a sus tierras, sino que se quede sin nada. En la mayoría de las ocasiones la pobreza es un problema de decisión y codicia. Cuando hablamos de nuestros sueños, hablamos de deseos y necesidades pero en un nivel superior a lo físico y lo material. Decir que nuestro sueño es tener un auto, una casa o un marido (esposa) es insultante para los sueños. Esos son deseos vagos. Confundir a nuestros sueños con simples deseos, nos ha ido volviendo una sociedad mediocre. Con bajas aspiraciones. Cuando un joven dice que su mayor sueño es tener una casa, un auto y una familia, no puedo mas que entristecerme. No sólo son aspiraciones bajas y egoístas, sino deseos también muy fáciles de cumplir. Nuestros sueños deben cumplir varios propósitos. 1.- Un sueño nos debe apasionar. Y no hablo solamente de que nos emocione o creamos que sentiremos alegría al hacerlo realidad. Un sueño nos apasiona tanto que el sólo hecho de trabajar en llevarlo a la realidad ya nos hace sentirnos felices, entusiasmados y con energía. 2.- El sueño debe reflejar quien soy, debe formar parte de mí y definirme en todos los sentidos. Si para alguien su mayor sueño es casarse, ¿Qué dice esto de esa persona? Si el mayor sueño de alguien es tener un coche, a menos que se trate de un piloto profesional de carreras, el sueño de tener un auto define pobremente a una persona. Si el sueño de alguien es dedicarse a algo ilícito o que dañe a sus semejantes... el sueño define al soñador. Dime cual es tu sueño y te diré quien eres. 3.- El sueño debe llevarnos a una comunión sagrada. Nuestros anhelos mas grandes o superiores provienen de Dios. Dios nos inspira a servir a la humanidad y a ser mejores personas a través de nuestros anhelos mas elevados. 4.- Tu sueño te hace desarrollarte y ser mejor. A través del cumplimiento de nuestros sueños, nos hacemos mejores personas, aprendemos, maduramos y nos desarrollamos. Tú no construyes tu sueño, tu sueño te construye a ti. 5.- El sueño debe servir a los demás y mejorar tu entorno. Los mas grandes sueños de la humanidad nunca han servido a un sólo amo. Los sueños al ser sagrados tienen un carácter universal. Por último, las metas nos sirven para medir nuestro avance en pos de algo superior. Una meta no es el fin del camino, la meta nos sirve para señalar el camino. Tener metas es normal y es necesario. Tener metas como finalidad única es una confusión. Una meta se cumple sólo para llevarnos a la siguiente meta. Y podemos poner metas para manifestar nuestros deseos y para construir nuestros sueños. El día de hoy, yo disfruto de la construcción de mis sueños, disfruto de el servicio a mis semejantes y a mi comunidad. Manifiesto mis deseos y sé que gracias a la providencia divina mis necesidades son satisfechas de forma correcta, perfecta y abundantemente. Cumplo mis metas con agrado y disfruto del aprendizaje diario. Asi es.

domingo, 25 de septiembre de 2011

No te quejes, haz algo al respecto.

Hay mucha gente quejándose. Pareciera que a muchas personas les divierte o les da placer quejarse.
La queja es la forma de comunicación mas primitiva que conoce nuestra raza humana. Cuando nacemos nuestro lenguaje es muy limitado, reimos, lloramos y si nos duele algo nos quejamos. Y la mamá siempre acude al llamado de queja de su bebé.
Por eso nos gusta quejarnos. Recordamos que cuando nos quejamos, "mamá nos hace caso".

El problema es cuando no dejamos de hacerlo y nos quejamos por todo.

Quejarnos reafirma nuestra creencia en lo que está mal. La queja es el alimento de los sucesos negativos por los que atravesamos en la vida. Cuando nos quejamos sólo hacemos que las cosas empeoren.

Mucha gente me dice: Y si no me quejo ¿Cómo hago saber que algo está mal?

Hay alternativas para evitar la queja: La recomendación, la sugerencia, la crítica, la advertencia, la represión, las llamadas de atención, el diálogo, etc...
Hay tantas alternativas como posibilidades de comunicación existen. Sin embargo, quizá la mejor alternativa a la queja, es la acción.
Tomar acción significa que antes de sentirme mal, antes de enojarme, antes de quejarme, hago algo al respecto.
Quejarse es muy fácil, hacer algo al respecto no tanto.
Quejarse es muy cómodo, hacer algo al respecto significa compromiso.

En el festejo del grito de independencia que acaba de pasar, se hizo una invitación a toda la población para que no acudiera a "festejar el grito" y se quedaran en casa como una medida de protesta pacífica, de compromiso. Algunas personas se quedaron en casa, la gran mayoría se fue a bailar, a emborracharse, etc. Todas las personas se quejan de la situación del país, pero pocos están dispuestos a hacer algo.

Ese es sólo un ejemplo reciente.

Sin embargo, no sólo se aplica a la costumbre de quejarse. Hacer algo al respecto se aplica de igual forma cuando oramos y cuando pedimos.
La fe de igual manera requiere de acción.

Comprender que los errores y el dolor son parte de la vida, nos ayuda a no quejarnos tanto y tan continuamente. Curiosamente cuando uno deja de quejarse se equivoca menos y los eventos dolorosos se hacen menos continuos.
Los errores son parte del aprendizaje, el dolor es necesario para reconocer el placer. La queja sale sobrando.

En algún punto de la historia contemporánea, nuestra sociedad se ha vuelto hedonista al extremo, de tal forma que la equivocación, el error y el dolor han sido satanizados. Como si se tratarán de algo malo.
La equivocación y el error forman parte indispensable y necesaria del aprendizaje humano, quien no ha cometido errores, no es capaz de reconocer cuando ha aprendido.
El dolor es la señal inequívoca de la vida. Si fuera posible que alguien no sintiera dolor jamás en su vida, no se podría dar cuenta de la felicidad, no sabría lo que es la felicidad. En un universo de opuestos, la noche complementa al día, el blanco al negro, la ausencia a la presencia, el dolor al placer, el error al acierto.
Si tomamos en cuenta que todo tiene solución y que el 80% de las veces la solución está en nuestras manos, quejarse casi pierde el sentido.

Cuando estés enfermo, no te quejes, ve al doctor, toma tus medicamentos y piensa en salud.
Cuando te duele algo, no te quejes, sóbate, apapachate, abraza tu dolor, dale amor y piensa en estados de placer y felicidad.
Cuando te equivoques, no te quejes, aprende del error e intentalo de nuevo.
Cuando alguien se equivoque, no te quejes, sé empático, comprende que todos cometemos errores, busca la solución y colabora con la misma.

Y si ya no encuentras la solución o crees que no tiene solución, entonces siempre puedes orar y confíar en el poder universal, para Él no hay imposibles. No te quejes. Las cosas pasan por algo y todo pasa por tu bien, aunque por el momento no lo puedas aceptar o ver así.

Tengo 37 años y he cometido muchos errores, mi vida ha estado llena de dolor en múltiples sentidos. Si la expectativa de vida es de 80 años en promedio, entonces he dedicado la mitad de mi vida a aprender como no hacer mal muchas cosas y a hacer bien muchas otras. Soy afortunado, me queda la mitad de la vida para hacer las cosas que he hecho mal de la forma correcta.

Yo bendigo mis errores y el dolor que he sentido en el pasado. Gracias a ellos, he aprendido, mejorado y ahora sé lo que es la felicidad y el placer.

Bendito sea el proceso de la vida. Es perfecto. Sin quejas.

Así es.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Ver mas allá de lo "que es".

No es fácil mantener la calma cuando nuestros pensamientos están llenos de miedo. Sin embargo, es el momento exacto en que debemos intentar mantener la calma. Es bueno recordar que estamos viviendo en un universo inteligente y que éste responde a nuestros estados mentales. El miedo causa mas miedo. La paz trae mas paz. Estamos trabajando con una simple ley de causa y efecto. Si cambiamos la causa experimentamos un efecto distinto. Es simple. Simple pero no por ello fácil de comprender cuando intentamos pensar correctamente para cambiar nuestra realidad.

Los momentos presentes que vive la sociedad mexicana son difíciles. Hay miedo en los medios de comunicación, miedo en las calles, miedo en el aire.
El pensamiento colectivo se repite a si mismo las palabras violencia, inseguridad, muerte, sangre, traición, etc.
Estamos creando nuestra propia realidad con nuestros pensamientos.
El verdadero cambio para nuestro país, nuestro entorno, nuestra comunidad y nuestra familia, debe comenzar por el cambio en nuestro propio pensamiento.
Pase lo que pase no hago míos los pensamientos de miedo colectivos, esa es la forma de protegerme a mí y a quienes me rodean.
"No nos dejes caer en la tentación y libéranos de la idea del mal."
La tentación de caer en el pensamiento colectivo de miedo y negatividad.
La idea de que lo que pasa es malo y que lo malo siempre tiende a empeorar.

Detrás del caos, existe un orden subyacente.
Mas allá del dolor y el miedo del momento presente hay una guía divina, un orden y un propósito. En momentos difíciles, confío en que mas allá de lo que mis ojos ven, mis oidos escuchan y mi corazón siente, está la realidad, la verdad espiritual en la situación.
Después de todo, nada es para siempre. Por mas mala que sea la situación actual, no hay mal que dure cien años. Y si la situación es desagradable, siempre la podemos cambiar con el pensamiento correcto. Eso es lo que llamamos esperanza.

Recuerda, el mundo físico en el que vivimos está en constante cambio. Lo único constante en el momento presente es el proceso de cambio. La gente cambia, la gente se mueve, los gobiernos cambian, el clima cambia... pero hay una constante: la Realidad del Poder Universal que llamamos Dios. Ésta es la inteligencia que mantiene el planeta en línea y al sistema solar girando alrededor del sol. Es la creatividad que trae el arcoiris después de la lluvia. Es el amor que florece en un niño recién nacido. Es el aire de cada respiración que es vida en si misma, vive y se mueve y está siendo en ti y en mi. Nosotros debemos aprender a ver mas allá de lo que hay en el momento presente y alinearnos con la gran Verdad que es la substancia y corazón del espiritu universal en ti y en mi.
Tener la seguridad de que ese Poder nos guía y que por lo tanto, todo pasa por nuestro bien, es saber con certeza que en este momento tengo todo lo que necesito, que nada me falta o me faltará y que mi vida es buena, muy buena.
A eso, le llamo fe.
Así es.

Yo bendigo lo "que es" en mi vida, sabiendo que se encuentra en un estado de cambio y que el cambio no se detiene. Mas allá de lo que yo veo, está la verdad eterna que se encuentra detrás de todas las cosas y situaciones. El Poder y el Amor de lo que Dios es, ahora permea cada pensamiento y acción. Yo veo con nuevos ojos. Mi visión es de belleza y placer. Yo permanezco firme para ver la Verdad. Mi vida refleja la eterna verdad de toda la amorosa creación, armonía, equilibrio y balance.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El amor encuentra la forma

No importa cual sea la necesidad o circunstancia, el suficiente amor encontrará la forma de sanar, ajustar o resolver cualquier desafío. El amor es el mas grande regalo divino que se nos ha dado. El amor fluye hacia nosotros en muchas formas diferentes. Se manifiesta a nosotros a través de nuestros sentimientos de placer y compasión. Se manifiesta a través de nuestras familias, nuestros amigos y a través de la belleza que nos rodea. El amor divino dentro de nosotros es la expresión de "el Gran Amor".
Cuando atravesamos por un desafío, podemos decir: "Voy a amar este desafío de cualquier manera".
Cuando pensamos de esta manera y alcanzamos este entendimiento, tenemos un gran merito. Cualquier cosa que es amada responde con amor. Cuando amas un desafío, un problema o una situación desagradable, esta debe responder con amor y se transformará en una expresión de amor.
No es fácil amar un problema o un desafío y es más difícil mientras mas desagradable sea, pero esto es lo único razonable que podemos hacer.
Luchar contra los problemas o las cosas que no nos gustan, sólo hace que se vuelvan mas grandes y tarden mas en solucionarse.
A lo que te resistes, persiste.
En cambio, si llenamos nuestra conciencia con pensamientos amorosos, nosotros debemos estar seguros de que nada puede resistirse u oponerse al poder del Amor.
Cuando pensamos de manera amorosa, en esencia, estamos creando nuestro propio espacio donde el amor encuentra la forma de solucionar nuestros problemas, disolver nuestros desafíos y sanarnos.
Por ejemplo, cuando nos enfrentamos a un desafío que involucra a otras personas (en el trabajo, con la pareja, etc.), y como resultado estamos siendo infelices; muy a menudo son ellos los culpables. Y si ellos piden disculpas o se hacen a un lado, nosotros nos encargamos de encontrar a otros "culpables" y el ciclo vicioso continúa. Lo que necesitamos hacer es envolver a todo y a todos en amor para que la situación cambie y mejore. Permite que el amor encuentre la forma por ti, no importa las circunstancias por las que atravieses.

"Este día yo veo con los ojos del amor. No importa lo que sucedió ayer yo lleno mis sentimientos con amor, el amor que se sobrepone a todo lo que sea contrario a si mismo. Aunque las cosas parezca que están fuera del amor, no significa que en realidad estén allí. Por eso, en este presente desafío, yo Sé que el amor, amor y mas amor sirve para que sea removido, resuelto o se aparte de mí. El amor divino a través de mi es todo lo que necesito para hacerlo"

Así es.

sábado, 27 de agosto de 2011

Tenemos el país que merecemos

Lo sucedido en los últimos días en Monterrey me ha conmocionado. Como a muchos mexicanos me preocupó lo sucedido que ya es considerado un acto de terrorismo. Esos actos son lamentables sin duda.
Pero me preocupa más lo que sucede mas allá del terrorismo, es decir, en nuestras vidas cotidianas.
No puedo dejar de pensar que lo que nos sucede es lo que nos merecemos. Lo que nos merecemos como país, como sociedad, como personas.
Un día cualquiera salgo a la calle conduciendo mi automóvil. Me encuentro en una esquina una persona que invade el carril de vuelta continua y por el semáforo, no permite el paso a las demás personas. Frustración. Dos o tres personas le suenan el claxon en tono de reclamo, la persona se enfada y se hace la ofendida, pero sin duda ella tuvo la culpa. El semaforo permite el paso de los coches, pero justo al ponerse el color verde, salen corriendo 3 personas para cruzar la calle, enfrenones, mas sonidos de claxon de reclamo. Un chofer les avienta el carro, se mete a la fuerza delante del coche que va frente a él y les mienta la madre a todos.
Gente manejando coches ilegales, sin placas, sin verificación, sin tenencia.
Una señora estaciona su camioneta a media calle frente a la panadería, no le importa que haya coches detrás intentando pasar, se baja una persona y va a comprar el pan, pasa un minuto, 5 minutos. La camioneta no se mueve a pesar de los reclamos de los conductores que desean pasar. Al final, regresa la persona que se bajó a comprar el pan y con toda calma se sube al coche. La "señora" arranca su camioneta y les mienta la madre a todos los conductores que "esperaron" hasta que dejara de bloquear la calle.
Frustración.
En una fiesta, escucho a personas que platican acerca del ambiente en los bares, donde juegan al poker y apuestan. Se sienten orgullosos de las trampas, las transas que realizan, el dinero mal habido. Otros mas platican de su última visita al table dance... las viejas estaban bien buenas.
Jovenes, estudiantes, recién egresados, profesionistas publican en el facebook sus aventuras de alcohol, sus crudas y lo ansiosos que están por que sea el fin de semana para poder irse de borrachera nuevamente.
Unas señoras en la fila de las tortillas, platican que su vecino "el que vende droga" se fue por un tiempo porque lo andaba buscando la policía. "Pobre muchacho, es buena gente" - dicen.
Algunas autoridades están mas preocupadas por la foto, por el evento, por el show. Parecen olvidar que el servicio público busca fundamentalmente el bien común. Olvidan que el trabajo del funcionario público no es el mismo que el de un artista que busca ser famoso.
Un grupo de personas protestan porque la policía atrapó a sus hijos robando y los metieron a la carcel. Somos pobres dicen. Como si la pobreza fuera una licencia y autorización para delinquir. ¿En qué momento los pobres descubrieron que su única opción de supervivencia es la delincuencia?
Mientras los bomberos y las unidades de rescate sacaban los cuerpos de las ruinas del casino incendiado, la prensa reporta que los demás casinos de la ciudad se encuentran operando, en su máxima capacidad de personas y TODAS apostando, emborrachándose, divirtiéndose. Calderón decreta un luto nacional por la tragedia. La sociedad lo critica. La misma sociedad que la noche anterior no dejó de apostar, de emborracharse, de divertirse en el antro, en el bar, en la cantina, en sus casas, en la disco. El luto "nacional" se vuelve entonces sólo luto de unos cuantos.
A la noche siguiente, la vida siguió su curso. Como si se tratara sólo de plañideras contratadas, el llanto, la preocupación, los gritos de la noche anterior se olvidan y todos vuelven a su rutina diaria, trabajo, sexo, alcohol, telenovelas, películas, etc...
Es México.
Algunas figuras públicas se rasgan las vestiduras.
Que termine la guerra "sin sentido" reclaman.
Entonces me imagino que se refieren a que quieren que el gobierno tome nuevamente la filosofía de Adam Smith y la aplique con los narcotraficantes: Dejar hacer, dejar pasar. Total, eso funcionó por mas de media década comentan algunos.
A la mayoría se les olvida que con Zedillo y con Fox, también había secuestros y asesinatos que iban en aumento. El "mochaorejas", la "mataviejitas" son sólo dos personajes célebres del pre-calderonismo. La cuestión es que la cosa si iba de mal en peor. Desafortunadamente, un grave defecto del mexicano es su memoria de corto plazo. Quizá sea el exceso de alcohol en la sangre y la cantidad consecuente de neuronas muertas, pero pareciera que nuestra memoria sólo alcanza para los 3 años inmediatos anteriores. Por eso, ahora, Calderón es el culpable de todo. Como en su momento fue Fox, Zedillo, Salinas, López Portillo...
Y entonces, me vuelvo a estremecer cuando caigo en la cuenta nuevamente de que "tenemos el país que merecemos".
¿Qué podemos esperar de una sociedad educada bajo el concepto de "nosotros los pobres, ustedes los ricos"?
¿Qué podemos esperar de una sociedad educada bajo el precepto de "sufre en la tierra para que goces en el cielo"?
¿Qué podemos esperar de una sociedad en la que los representantes de su máxima autoridad moral (para la mayoría) son acusados de pederastia, de tener relaciones sexuales con sus feligreses en lo oscuro, de pasar por su "cuota" que es llamado diezmo?
Una señora sabe que su esposo ha cometido delitos. Dentro y fuera del hogar el tipo es un salvaje delincuente. Pero no lo denuncia. No lo denuncia porque lo ama. No lo denuncia porque no quiere dejar a sus hijos sin padre.

¿Qué podemos esperar de una sociedad que basa el núcleo familiar bajo premisas como ésta?

Unas "ladies" no permiten ser infraccionadas por un policía. Resulta que el policía es naco, moreno y feo. Resulta que las "ladies" son de "lana". El video se hace público y consterna a la sociedad. La mayoría de los medios defienden al policía que sólo hacía su trabajo y satanizan a las "ladies". En la realidad cotidiana, resulta que hay una infinidad de policías corruptos en las calles. No es raro que en el exacto día de quincena, el periférico tenga tantos agentes y patrullas como nunca en los demás días. Si, la mayoría de los policías se han ganado a pulso el desprecio de la sociedad. Hacen tratos con el narco pero infraccionan a quienes no tienen verificación vehicular. Por eso, el mexicano cree que tiene permiso de realizar delitos menores.
En la realidad cotidiana, existen infinidad de familias que aún tienen servicio doméstico a quienes tratan condescendientemente porque son pobres, indigenas, "nacas". Pueden pagarles lo que se les dé la gana, pero las tratan "bien", les dan de comer. Como si se tratara de una mascota que han rescatado. Hay un México que se siente extranjero, de otro nivel y clase social. Las "ladies" de Polanco viven dentro de nuestro "inconsciente" colectivo.
Todos tenemos un "naco" y una "ladie" dentro. Bailamos banda, cantamos narcocorridos y a la vez, compramos iPhones, manejamos camionetotas y coches deportivos y tenemos el sueño común de visitar Disneylandia.
Se me retuerce el estómago y mi pequeño demonio interior me repite:
Los mexicanos tienen el país que se merecen.
Me gusta creer que aún tenemos esperanza, como individuos, como sociedad, como nación.
La única salida posible es cambiar nuestro marco mental, comenzar a tener amor, compasión y solidaridad por el prójimo. Comenzar a rescatar los valores de honestidad, honradez, respeto y responsabilidad que aún tenían nuestros abuelos y bisabuelos.
Creo que el automóvil es un simbolo arquetípico en nuestra vida. El automóvil refleja nuestra personalidad, nuestro "status", y la manera en que conducimos el auto es la manera en que conducimos nuestra vida "coincidentemente".
Tengo la esperanza de que cada día que me despierte de hoy en adelante, veré que la gente conduce con mas cuidado, cede el paso al peatón y a los demás automovilistas. Transita a baja velocidad en las zonas habitacionales. Verifica sus automoviles. Legaliza sus autos. Respeta las vialidades, no se estaciona en doble fila, ni obstruye el paso de los demás automovilistas. Tengo la esperanza de que cuando observe eso en las calles, será una indicación de que México también está cambiando.
Entonces, el país que merecemos, será distinto. Será mejor.
Asi es.

domingo, 24 de julio de 2011

Sobre "El Optimismo" y otras cosas peores.

El 17 de julio de este año, el periódico "El País" publica un "reportaje" de Ramón Muñoz titulado "Optimistas a la fuerza, pase lo que pase" (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Optimistas/fuerza/pase/pase/elpepisoc/20110717elpepisoc_1/Tes), dónde realiza una crítica al pensamiento positivo que según asegura está de "moda" en Estados Unidos.
Este periodista muestra sus limitaciones profesionales al realizar su "investigación" solamente en unos cuantos libros, basándose principalmente en Sonríe o muere (Editorial Turner, 2011) de la escritora estadounidense Barbara Ehrenreich, sin ofrecer mayor argumento propio que lo dicho por la citada escritora.
La primera pregunta que me viene a la cabeza es: ¿Qué tan dañada debe estar una persona para criticar que la gente piense positivo o se le anime a pensar de esa forma?
Según el reportero cita: "Esta seudoideología casi infantil es suscrita al alimón por economistas, políticos, psicólogos, médicos y estrellas de la televisión. Según la misma, las víctimas de la crisis no solo tienen que sufrir en silencio su desgracia sino que casi se ven obligadas a estar contentas".
Lo demás que escribe sólo redunda sobre esta misma idea, así que dedicaré este "post" a aclarar estos puntos.

1.- El pensamiento positivo no es una "pseudoideología" como el "reportero" le llama torpemente, entre sus principales impulsores se encuentran personalidades de la talla de Aristóteles, Ralph Waldo Emmerson, Napoleón Hil, Dale Carnegie, Wayne Dyer, Louis Hay, Deepak Chopra, la Madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, el Dalai Lama y el astronauta Edgar Mitchel (solo por nombrar algunos). Ignorar a estas personalidades, su legado y su ideología es sólo una muestra más de la ignorancia del autor de tal reportaje.

2.- El hecho de que tantas personas famosas y no famosas, "suscriban al alimón" esta ideología, es el fruto de años y años de estudio y difusión de los principios con que opera la mente y sus efectos en el mundo físico. El hecho de que cada vez se sumen mas personas al movimiento del Pensamiento Positivo no lo hace malo solo por eso. El reportero se intenta poner en "rebeldía" contra la ideología del pensamiento positivo sin darse cuenta que al hacerlo sólo se ratifica como uno más del montón. Desafortunadamente, aún son mayoría las personas que piensan negativamente en todo el mundo. Es una lástima que se tome un espacio de difusión pública para criticar a quienes desean pensar correctamente.

3.- Para quienes nos dedicamos seriamente al estudio, al impulso y a la motivación del pensamiento positivo es una mentira que aconsejemos "el sufrir en silencio las desgracias o las obliguemos a estar contentas". Una parte importante en el proceso de sanación es aceptar el dolor, reconocer nuestros problemas, llorar, desahogarse, abrazar nuestra tristeza, reconocer nuestras noches oscuras del alma o como el autor les llama "crisis".
Sería absurdo pedirle a una persona que recien se enteró de que está enferma de cáncer que se ponga a reir por ello (cómo dice absurdamente el reportero). Igual de absurdo es pedirle que se ponga a reir por cualquier otra desgracia menor o mayor.
El hecho de que las personas nos esforcemos por pensar positivo no quiere decir que seamos inmunes al sufrimiento o dolor ajeno, mucho menos al propio.
Cuando sintonizo las noticias, no me pongo a reir con lo que escucho en ellas. Es lamentable lo que pasa en mi país y en el mundo en general.
La diferencia está en que no me hundo en la negatividad, la tristeza y la depresión.
En el momento en que soy testigo o actor de una desgracia, trato de recordar con todas mis fuerzas la "verdad espiritual" sobre esa situación, reflexionar sobre que puedo hacer al respecto y pensar positivo acerca de ello.
Pensar positivo en este contexto es creer en Dios. Reconocer que hay una presencia que es inteligencia, poder, sabiduría y amor puro que puede y va a actuar sobre esa situación en específico. Pensa positivo es tener fé en que todo mejorará y hacer lo posible por que mejore.

4.- El pensamiento positivo es acción. Quienes pensamos positivo no solamente "pensamos" también hacemos. Si me quiero ganar la lotería debo comprar el billete respectivo. Las palabras sin acciones están muertas.

5.- Nadie está obligado a estar contento. Aún quienes nos dedicamos al estudio y la práctica del pensamiento positivo tenemos nuestros dias malos como cualquier ser humano. Tenemos días de tristeza, de llanto, de enojo, de ira y de apatía. Sabemos que para ver la luz a veces es necesario atravesar la oscuridad. Hacemos lo necesario por comprender nuestras emociones, por conocerlas, por controlarlas. No hay magia ni brujería en esto. Hay mucho esfuerzo, mucho aprendizaje y mucho tiempo invertido.Aún así, habrá días en que estemos muy enojados o muy tristes. Somos seres humanos al fin y al cabo. La diferencia estriba en que con las herramientas que tenemos para pensar positivo estas "crisis" no son tan prolongadas y gracias al optimismo podemos obtener mejores resultados de ellas.

6.- Mas adelante cita a la responsable de psicooncología de un Hospital que dice:"Ninguna investigación ha podido demostrar que la actitud o las emociones influyan en la progresión del cáncer. Es un mito".
Quizá se refiera únicamente a las "investigaciones" que esta persona ha realizado, porque hay cientos de libros con cientos de casos documentados donde se demuestra como los pensamientos y las emociones influyen en la salud de los seres vivos.
Pero eso sucede cuando se habla por hablar, sin leer, sin mayor educación y sin pruebas.
En todo caso, no podemos dar por cierto lo que dice una sola persona por mas responsable de hospital que sea. Si el reportero desea hacer un trabajo mas profesional debería tomar una muestra (con validez científica) de responsables de hospital y preguntarles a todos.
Quienes nos dedicamos a la difusión y enseñanza del pensamiento positivo conocemos al menos 1 caso de curación "milagrosa" gracias a los efectos del pensamiento positivo. En mi caso, conozco a dos personas cercanas, amigos, que han superado el cáncer terminal cuando los médicos los habían desahuciado.
Desafortunadamente, cada caso es tan especial e individual, como únicas somos todas las personas. Pretender que la misma fórmula, oración o tratamiento fuera igual de efectiva para cada una es una empresa difícil de realizar. Tendrá mucho que ver con cada persona y la forma en que afronte la situación. Como todo, habrá personas que puedan sanarse, algunas de inmediato, algunas con mas trabajo y habrá quienes no puedan superar su desafío. Incluso hay personas que siendo totalmente buenas y enfocadas en el pensamiento positivo no pueden superar las enfermedades terminales. Pero esos son designios de Dios y nuestro realidad humana quizá nunca comprenda porque pasan ciertas cosas a ciertas personas. En casos como éstos, tenemos dos opciones: Pensar positivo o pensar negativo. Y cada quien elige. Las investigaciones si demuestran que quien tiene un desafio o crisis y piensa negativo, sólo empeora las cosas.

7.- El reportero toma como una muestra de cinismo, el hecho de que los políticos de su país le pidan a la población que piensen positivo. Ciertamente no tengo ningún argumento o intención de defender a los políticos ni de ese país (España) ni de ningún otro. Pero si me dan a elegir entre un político que impulsa el pensamiento positivo y otro que sólo se dedica a denostar, críticar y pelear, prefiero al primero.

Los seres humanos como animales que somos tenemos una tendencia natural hacia la sobrevivencia. Este instinto ha puesto en primer lugar al miedo, la huída y la pelea como mecanismos de defensa. Estas tres respuestas nos han permitido sobrevivir por sobre las demás especies. No podemos eliminar ni al miedo, ni al escape, ni la pelea de nuestros sistemas de vida. Son necesarios y cumplen con su función adecuadamente. El proceso de adaptación del ser humano lo ha obligado ha discernir, analizar y reflexionar su manera de actuar. Los peligros de hoy no son los mismos que tenían los hombres de las cavernas, por lo tanto, no podemos temer, huir o pelear contra los mismos enemigos. Las emociones que nos permiten defendernos de los peligros como el miedo y la ira nos exigen ser controladas pues una vida vivida con miedo y enojo no es sana. Por ello es importante pensar adecuadamente, dar la dimensión a cada cosa y elegir los pensamientos, sentimientos y emociones adecuados.
Además pensar positivo es tener fe.

Pensar positivo no es resignarse, conformarse o lavarse el cerebro metiendo ilusiones o locuras con el propósito de que la realidad no duela tanto.
El dolor es innevitable.
La elección está en la aceptación del sufrimiento.
Pensar positivo es, después de aceptar el dolor, de vivirlo, de sentirlo, de abrazarlo, elegir no seguir sufriendo por él.
El sufrimiento es opcional.

Finalmente, pensar positivo es creer en un Dios bueno.

Y si tengo que elegir entre creer en un Dios bueno y un dios malo.
Prefiero creer en un Dios bueno.
Eso me conforta, me alimenta, me da una razón para vivir y me permite tener fe en que todo puede ser y será mucho mejor.

Así es.

domingo, 17 de julio de 2011

El destino.

Es común escuchar que la gente dice que a veces una voz interna le dice que tiene que hacer algo. Esa vocecita que casi nunca escuchamos pero que nos advierte, nos aconseja o nos exige que actuemos en consecuencia con lo que dice.
En cierta ocasión por el año de 1989 (mas o menos), me encontraba en la ciudad de Tampico con una amiga-novia, platicábamos y discutíamos parados en la banqueta, cuando de pronto sentí el impulso de moverme de ese lugar. Sin razón aparente, la tomé del brazo y me moví junto con ella unos metros más adelante. A los pocos minutos veíamos con sorpresa (y agradecimiento) como un camión se estampaba contra la pared, justo donde habíamos estado parados. Si no hubiera hecho caso al "impulso" quizá no viviría para contarlo.
Como esta historia cada quien tiene al menos una en su memoria.
Pero hoy quiero hablar de lo contrario. De aquellas ocasiones en que algo dentro de nosotros nos dice: "No lo hagas" pero un impulso mayor y hasta pareciera "antinatural" nos lleva a hacerlo.
Finalmente, el resultado puede ser grato o no grato, favorable o desfavorable, pero al paso del tiempo no nos queda la menor duda de que debimos hacerlo, aun cuando a primera vista no fuera conveniente hacerlo.
¿Es que acaso la intuición se equivoca al advertirnos de que no debemos hacer algo que a final de cuentas nos favorecerá?
¿Existe el destino predeterminado que con su fuerza de gravedad nos obliga a hacer algo que a todas luces no nos conviene, pero que sin embargo, al final cambiará nuestra vida para bien?
No estoy seguro, pero tampoco creo en la respuesta afirmativa a ninguna de las dos preguntas anteriores.
Alguna vez alguien que quise mucho usaba como slogan la siguiente frase:
"No importa lo que sea que pase, al final todo pasa por nuestro bien".
Y aunque me ocasionaba varias rabietas mentales pensar en la posibilidad de esa frase, debo aceptar que con el paso del tiempo la he aceptado como cierta.
Ser positivo, pensar positivo y ser optimista de acuerdo con esta frase es creer que todo saldrá bien pase lo que pase.
En la vida, cotidianamente nos enfrentamos a tres posibles resultados de nuestras decisiones: que todo salga conforme a nuestras expectativas (o sea bien o mejor), que todo salga contrario a nuestras expectativas (en cuyo caso pensamos que todo ha salido mal) o que no pase ni una cosa ni la otra, es decir, que el resultado sea totalmente diferente a lo que pudieramos o no haber esperado.
Cualquiera que sea la situación que resulte de nuestras decisiones, el optimismo la transforma inmediatamente en solo una opción: Todo pasa por nuestro bien.
¿Cómo podría una enfermedad, un accidente, un delito o cualquier otra cosa aparentemente "negativa" pasar por nuestro bien?
La mayoría, la generalidad de nosotros no podemos ver o predecir el futuro, ni siquiera somos capaces de asimilar con totalidad nuestro momento presente.
En este momento es de noche, aunque está nublado, sé que en el cielo hay estrellas y sé que la luz que me llega de esas estrellas tarda cientos, miles de años en llegar hasta mis ojos. La luz tarda tanto tiempo en llegar hasta la tierra que muchas de esas estrellas ya se apagaron desde hace mucho tiempo. Al ver una estrella en el cielo estamos viviendo dos realidades al mismo tiempo, la realidad de la estrella viva que emite su luz y esta luz es percibida por nuestros ojos y la realidad de que a millones de años luz, esa estrella ya está apagada y por lo tanto no emite ninguna luz más. Eso está pasando en nuestro momento presente.
Si analizamos nuestra existencia no es mas que un punto en la inmensidad del tiempo y del espacio. La historia de la humanidad entera no es mas que un segmento de una línea eterna sin principio ni final. Nuestra misma existencia no es más que un segmento de un grano de arena en la playa del universo.
¿Cómo podríamos saber que nuestras decisiones y todas las situaciones que nos pasan son para nuestro bien?
Confiando.
Bien podemos hacer una cosa u otra o no hacer nada en lo absoluto. Bien puede resultar una cosa o la otra o no resultar nada. Pero al principio y al final, eso no importa en lo absoluto.
En esencia somos energía, somos espíritu y somos conciencia.
Al final del episodio de nuestra vida, dejaremos la experiencia material y nos uniremos al gran espíritu del universo, al vacío que existe entre las partes del átomo, al espacio que hay entre una estrella y otra.
Ante tal perspectiva de inmensidad y eternidad, ¿Cómo podríamos definir lo que es bueno o malo?
¿Qué son nuestras complacencias o nuestros disgustos comparados con la luz que mantiene viva a una estrella ante nuestros ojos aún cuando esta ya se ha apagado?
¿Qué es bueno o malo en nuestra vida cotidiana comparado con el nacimiento o la muerte de una galaxia entera?
Podemos tomar una decisión u otra, hacer una cosa u otra, lamentarnos o felicitarnos, pero al final, el planeta seguirá girando y el universo continuará expandiéndose a si mismo.
¿Quién puede negar que todo lo que nos sucede es por nuestro bien?
Estamos en sincronía con el ritmo de la vida, con el ritmo del universo.
Danzamos entre estrellas, planetas, átomos y partículas de todo tipo.
Creemos que decidimos, que hacemos, que construimos en nuestro limitado espacio de planeta, cuándo en realidad si se nos ve de lejos no somos más que una célula que se alimenta y crece y se mantiene con vida a si misma dentro de un cuerpo enorme.
Finalmente, escuchar o no escuchar a la vocecita interior es meramente circunstancial. Hay un poder en el universo, una inteligencia mucho mayor a nosotros que nos une y nos mantiene danzando en el ritmo de la vida.
Ya sea que hagamos caso o no a la vocecita interior, cualquiera que sea la decisión que tomemos o los resultados que obtengamos nada se escapa a esa inteligencia universal.
Es una paradoja existencial.
Tomamos decisiones sólo para cumplir la voluntad de la inteligencia universal.
Aún cuando esas decisiones nos gusten o no nos gusten, sólo contribuyen al cumplimiento de esa voluntad.
Y la voluntad de esa inteligencia universal es una voluntad que tiene que ver con la vida, con la expansión, con la abundancia y con la prosperidad.
La voluntad de la inteligencia universal tiene que ver con la felicidad, con el gozo y con el placer, que nada tienen que ver con nuestra experiencia limitada de gozo y placer terrenales.
Siendo nuestro universo un universo de autocreación, autoexpansión y autoexpresión, el bien supremo para quienes lo habitamos tiene que ver con estos mismos conceptos.
Vivimos en un universo que se expresa viéndose a si mismo y a través de si mismo.
La organización de nuestros átomos, de nuestras células, es idéntica a la organización del sistema solar, de la galaxia.
Lo que tiene que ser será, lo que tiene que pasar pasará y nuestras decisiones sólo nos mueven a la derecha, al centro o a la izquierda de un camino que tiene sólo un destino.
No es que haya destinos escritos.
Simple y sencillamente hay un sistema que funciona de manera perfecta para mantenerse con vida a si mismo.
Sabes que todo pasa por nuestro bien es más que optimismo, es la aceptación humilde de nuestra existencia y la creencia y confianza firme en una inteligencia superior que nos mantiene danzando al ritmo del universo al que pertenecemos.
Así es.

martes, 4 de enero de 2011

Feliz Año 2011

Este 2011 declaro que la abundancia de todo bien y la prosperidad se manifiestan en nuestras vidas, que la paz, la tranquilidad y el amor divino están presentes en nuestra existencia de manera constante y permanente, los desafíos naturales de la vida se resuelven de manera perfecta y gozamos de salud que vibra al ritmo de la vida, nuestra vida que es la vida de Dios.

En este 2011, observo que la conciencia de unidad con el Todo Único ilumina nuestro camino, sabiendo, que en Él y con Él, todo es posible.

Este 2011, saludo con respeto, entusiasmo y amor a la divinidad dentro de ustedes.

Somos UNO en amor, en gozo, en felicidad, en fe y en esperanza.

Este 2011, nuestro Bien Superior se manifiesta de acuerdo a la voluntad divina y de manera perfecta haciendo realidad lo que nuestros corazones anhelan, lo que nuestros pensamientos construyen y lo que nuestras palabras decretan.

Asi es.

NAMASTE