domingo, 11 de octubre de 2009

Sueños, motos y miedos.

Mi moto es uno de esos objetos que uno atesora porque son sueños vueltos realidad. La primera vez que manejé una moto fue a la edad de 9 años se trataba de una "pony" Carabela, que me prestó un novio de mi hermana/sobrina Lolis para poder quedarse a solas con ella, dándose amor. Aficionado a mi bicicleta Bimex, subirme a la moto por primera vez fue una experiencia religiosa. Como podrán imaginarse, mi carta a Santa Claus de ese año, solicitaba una moto con caracter de urgencia. Mi papá, que nunca fingió ser Santa Claus ni siquiera porque tenía una panza similar, denegó mi petición. Mi mamá me mandó olimpicamente al carajo. Ambas negaciones fueron acompañadas de los típicos sermones, de que las motos eran vehiculos suicidas, que eran peligrosas, que mejor me regalaban una pistola... en fin.

Asi que lo primero que hice, cuando comencé a tener mi propio dinero, fue comprarme todos esos regalos negados por peligrosos, costosos, suicidas, etc...

Mi primera moto fue una humilde scooter y apenas el año pasado me compré mi moto Chopper. Hoy estuve puliendo mi moto durante mediodia. Pulir mi moto es como pulir mis sueños.

Imagínate por un momento que no tuvieras, noción ni reverenda idea de lo bueno o lo malo. Que no tuvieras juicios o prejuicios, ni miedo al infierno, al cielo o al pecado.

Dice el libro ¿Quién se ha llevado mi queso? a mitad de la narración, en el climax de la historia, "¿Qué harías si no tuvieras miedo?".Cuando leí por primera vez esa pregunta hace aproximadamente 10 años, me sentí inyectado por una valentía inusitada e hice muchas cosas. Cuando le hago esa pregunta a otras personas, noto como un brillo ilumina su mirada y su imaginación vuela a infinidad de lugares.

Quizá uno de los mayores retos de la vida es liberarse del miedo. Aun mas difícil es liberarse del miedo al miedo. Nos han programado de tal forma que el miedo controla y paraliza nuestra vida y nuestras decisiones.

Tenemos miedo a la justicia, al infierno, al castigo divino, al castigo terrenal, al karma, al pecado, al mal, a la gente mala, a los accidentes, a la muerte, a la vida eterna, al diablo, a los muertos, a los animales venenosos, a las plantas venenosas, al cambio, a los bichos, a nuestro pasado, al futuro, al presente, a amar, a ser amado, a las enfermedades, a la soledad, al ridiculo, al fracaso, a la pobreza... ufff.. la lista puede ser interminable.

Son pocas las personas que vencen el miedo y deciden vivir. Libremente.

Te lo vuelvo a pedir. Imaginate por un momento, que no existe aquello a lo que tienes miedo. NO EXISTE. ¿Qué harías?

Sin duda alguna, si cuando me subo a mi moto, estuviera pensando en que un trailer me va a pasar por encima, nunca jamás me subiría a mi moto.

Pero para mi, la experiencia de andar en moto, es sumamente agradable y gratificante por si misma. No sólo desafío las ideas anquilosadas y pesimistas de mis padres cuando lo hago. También me demuestro y me recuerdo a mi mismo, que soy capaz de cumplir mis sueños. Siento el aire sobre el rostro, siento la velocidad y la adrenalina, siento el control que ejerzo a la maquina y me siento vivo al estar en el momento presente, concentrado, sin pasado ni futuro. Alguna vez bauticé a la experiencia, como el motociclismo ZEN.

El propósito de este blog, no es convencer a la gente de andar en moto. El propósito es el de animarlos a pensar (cuando menos) en lo que podrían disfrutar si por fin, vencieran sus miedos.

Me gusta desafiar mis miedos. Alguna vez de adolescente, dormí una noche entera en un cementerio. En otra ocasión hice una excursión nocturna caminando toda la noche en un cerro que era desconocido para mi. He viajado sin un peso a lugares recónditos, he pasado canciones con "groserias" en la radio, me compré una pistola de diabolos, todos mis examenes importantes los he presentado sin estudiar, me he enamorado y he amado sin garantías ni seguridad de respuesta, he asistido a una sesión de brujería, me he subido a los juegos temerarios de la feria y entre otras cosas, vi el reestreno de la película el Exorcista en la función de medianoche, solo.

Sé que mas de uno de ustedes, estará pensando a estas alturas que soy un maniatíco amante de la adrenalina y que además tengo tendencias suicidas.

La verdad es que tengo muchos miedos. La verdad es que he pasado noches en vela temeroso de lo que podrá suceder. La verdad es que en numerosas ocasiones he llorado de puro miedo. Me considero una persona mas bien de un estilo de vida conservador y prefiero una tarde platicando, tomando café o comiendo palomitas que una noche destrampada en una discotheque. La verdad es que oro todos los días, creo en las verdades espirituales y soy romántico y poeta.

Y cuando me siento paralizado por el miedo, niego su poder, afirmo la verdad sobre la situación y me pregunto a mi mismo: ¿Qué harías si no tuvieras miedo? Y si es prudente, necesario, indispensable y/o sano, lo hago. Si no, al menos ya desterré el miedo de mi vida.

El miedo es un instinto básico de supervivencia. Si nunca sintieramos miedo, nos expondriamos a morir de manera prematura. Pero es diferente, sentir miedo en medio de una balacera, y sentir miedo a tomar decisiones cuando la recompensa será el placer o la plenitud. Hay peligros reales y peligros irreales.

Hoy en día, muchas personas andan en moto. Ya ni siquiera creo que hacerlo sea algo temerario en la actualidad. Sin embargo, para mi, sigue siendo uno de mis sueños hechos realidad. Y hoy decidí pulir mis sueños, mientras pulía mi moto.

Quizá quieras en este momento, revisar tus sueños, los que has cumplido y los que te falta por realizar. Pulir tus sueños los mantiene vigentes, te mantiene agradecido y consciente de tus bendiciones. te mantiene sintonizado con la energía divina creativa.

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Si la respuesta te conduce al cumplimiento de uno o mas de tus sueños. Sabes que tu meta, es derrotar el miedo lo mas pronto posible.

Asi es.

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