domingo, 4 de abril de 2010

La muerte no existe.

Estamos en domingo de resurrección y el tiempo pasa lento...
Recuerdo las vacaciones de semana santa durante la secundaria y preparatoria... ese calor bochornoso que aletargaba el pensamiento, que embotaba los sentidos...las tardes de ocio.
Hoy es un dia bochornoso. La gente que camina por el jardín municipal parece que lo hace en camara lenta. Me siento en una suerte de pelicula de arte en la que nadie sabe que es lo que está sucediendo,y sin embargo, todo mundo sabe que sucede algo importante. Aunque no entendamos lo que pasa.
Hoy domingo celebramos la resurrección del maestro Jesús. Cuenta la historia que al tercer dia después de muerto, se levantó. Si esto fue un hecho verdadero o es una simple alegoría metafísica, poco importa en estos días. La fé de más de una tercera parte de la población mundial se basa en este hecho.
Y es que, si el maestro Jesús pudo resucitar, entonces, definitivamente fue el hombre mas fregón que habitó este planeta. La pregunta que da vueltas en mi cabeza, es ¿Para qué?
Creer que resucitó para que creyeran en él, suena absurdo. Indicaría un elevado ego y una soberbia que de inmediato se contrapone con la imagen de Jesús, el maestro.
Si pensamos que Jesús resucitó para que creyeramos en él, entonces toda su obra carecería de sentido. Los milagros y las demostraciones que tuvo fueron suficientes para que la gente se convenciera de su poder.

¿Entonces para que resucitar?
Creo que lo hizo para enseñar su última lección: La muerte no existe.
Durante su obra, Dios nos enseñó varias lecciones.
Nos enseñó que el pecado no existe al perdonar a la adúltera.
Nos enseñó que la enfermedad no existe al sanar a los enfermos.
Nos enseñó que la maldad no existe al perdonar a sus acusadores y asesinos.
Nos enseñó que la muerte no existe al resucitar.

Las enseñanzas del maestro Jesús tenían la firme intención de enseñarnos a vivir. Y una parte importante de vivir, es hacerlo sin miedo.
Si el pecado, la enfermedad, la maldad y la muerte no existen.
¿A qué le podemos tener miedo?

Si lo contrario al miedo es el amor, entonces todo va teniendo sentido.
Nos dio un único mandamiento, amaos los unos a los otros... si hay amor no puede haber miedo.

Cuando dejamos que el miedo venza, entonces la ilusión del pecado, la enfermedad, la maldad y la muerte se vuelven casi reales. Pareciera que nos dominan, nos acechan y nos gobiernan.

Por eso era necesario que Jesús resucitara.

Al hacerlo, confirmó que en el amor, con el amor, todo es posible.

La promesa de Jesús fue: Lo que yo hago y más ustedes harán.
Y Jesús era un hombre de honor, un hombre de palabra. Yo le creo.
Quien no crea en su promesa de amor eterno, que no se diga a si mismo cristiano.

Asi es.

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