Cuando era un niño que aún no se podía cuidar solo en un baño público, mi madre sufría. No le gustaba meterme a los baños de mujeres, ella me decía que el baño de mujeres generalmente estaba mas sucio que el de los hombres y se preguntaba en voz alta "¿Cómo podrían ser tan cochinas?". Afortunadamente para mis urgencias sanitarias, casi siempre salíamos acompañados de mi papá, un tío o un primo que podía acompañarme al baño. Cuando nació mi hermano, las cosas fueron más fáciles para él y para mi madre, pues yo podía llevar a mi hermano al baño de los hombres.
El enigma del baño de mujeres, me ha perseguido a lo largo de mi vida.
Es cierto que algunos hombres mojan la taza cuando orinan. Es cierto, que en algunos lugares, los baños públicos son un asco; sin embargo, casi siempre es atribuible a la falta de agua(Otro enigma, ¿Porqué precisamente en los baños públicos no hay agua?).
Pero el comentario es general casi en todos lados, el baño de mujeres está muy sucio.
Por supuesto que no me he metido a observar los baños de mujeres de los lugares que visito y eso, aumenta aun más la curiosidad de los comentarios.
En los últimos años, a causa de mi trabajo, he tenido la oportunidad de convivir con muchas mujeres, alumnas y profesoras. Los comentarios de las señoras que nos auxilian con la limpieza del edificio, han confirmado lo que mi mamá decía: El baño de las mujeres está mas sucio que el de los hombres. En cierta ocasión, me imagino que notando mi incredulidad en la mirada, me invitaron a observar por mi mismo de lo que hablaban. Lo que vi, no fue para nada agradable. Al compartir el baño de mi oficina con mujeres, ocasionalmente, me llevo sorpresas desagradables.
Ok, pausa. La intención de mi escrito no es hablar de baños sucios.
La intención es hablar sobre las mujeres.
Las mujeres cada vez con mayor intensidad y frecuencia retoman el poder político, laboral, familiar, etc. Se han aventurado a retomar el protagonismo que después de varias etapas oscuras de la humanidad habían dejado de lado. Quizá nunca como hoy, estamos tan cerca de lo que sería un matriarcado total, expuesto, mas allá de la intimidad familiar.
Sin embargo, vale recordar y reafirmar, que la mujer ha tenido el control de la humanidad en sus manos, desde que ha tenido la responsabilidad y el monopolio de la educación de los hijos, varones y hembras. Mientras que el hombre dominaba el mundo exterior, la mujer dominaba el mundo interior. Un macho sólo puede explicarse por la educación que le dio su madre. Cualquier conducta reprobable de un hombre, puede achacarse a la influencia paterna, pero sólo será válida si esa influencia fue aprobada y reforzada por la madre. Por lo tanto, sale sobrando reflexionar lo que puede ocasionar en la vida de un niño y futuro adulto, la falta de una madre. Todo esto es válido también en la educación de las mujeres. Lo que son, es reflejo de lo que sus madres les transmitieron. El padre influye, pero la madre determina.
Bajo esta perspectiva, es interesante que las mujeres que pelean por los derechos de las mujeres, no subrayen que la que mujer ha tenido el control y el poder del mundo desde siempre. Desde, lo mas importante en mi punto de vista, que es la educación de los hijos hasta el terreno sexual, la mujer tiene el poder de dominar desde el hogar la vida entera del planeta. No es raro, que una mujer poderosa en el plano laboral, religioso, político o de cualquier índole, extienda su dominio de una forma mucho mas total y determinante de lo que lo puede hacer un hombre.
Creo sin temor a equivocarme que en su mayoría, las mujeres tienen limpios los baños de sus respectivas casas, me consta que para algunas, esto se convierte en una verdadera obsesión. También me consta, que a la mayoría de los hombres nos han educado de una manera estricta en cuanto a la limpieza del baño, "baja la palanca, sube la tapa, no desperdicies papel, no mojes el piso, seca el piso, etc.", quizá por eso, los baños públicos de los hombres estén menos sucios. Eso quiere decir, que nuestras madres, en su mayoría, nos han educado bien.
El enigma de los baños públicos de mujeres, me hace pensar que quizá, la mujer mexicana (porque no podría generalizar esta conducta como una conducta universal de género ya que desconozco cual sea la situación de los baños públicos de mujeres en otras partes del mundo), no se comporta igual en público que en privado. Mantienen rigurosamente limpio el baño de su casa pero son capaces de hacer desastres en los baños públicos. Quizá por que esos, los baños públicos, no los tienen que limpiar ellas. No lo sé. Pero así es y me lo confirman cientos de comentarios.
Este comportamiento dicotómico e incoherente, me intriga, pero a la vez me confirma esa forma de actuar de la mujer mexicana: se queja del control masculino, pero sigue educando machitos en sus hijos; dice defender o solidarizarse con el género femenino, pero no hay peor enemigo de una mujer que la mujer; se queja de la infidelidad masculina, pero olvida, que la gran mayoría de hombres son infieles...con otras mujeres. La lista podría extenderse, pero no es mi afán criticar a la mujer. Tan sólo establecer un punto de reflexión.
Ahora que la mujer está mas que nunca decidida a conquistar el mundo y vaya que lo está logrando, es interesante, preguntarse cómo tratará al mundo: ¿Cómo el baño de su casa o cómo un baño público?
¿Porqué los baños públicos de mujeres están mas sucios que los baños públicos de los hombres?
Aunque pareciera ser un tema sin importancia, es un reflejo de la actitud y toda actitud tiene detrás pensamientos que la sustentan.
Así es.
PD. Para las mujeres que lean este blog, no se sientan agredidas. Sé que hay muchas mujeres como mi madre, que son maniáticas de la limpieza y algunas, que prefieren hacer magia con el control de sus esfínteres y evitan a toda costa entrar a un baño público. No creo que todas las mujeres, tengan el comportamiento que describo en este escrito. Sin embargo, la gran mayoría de las mujeres que usan los baños públicos si. Ese es el enigma.
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