domingo, 5 de abril de 2009

El amor, la unica respuesta.

Los seres humanos tenemos dos impulsos, dos razones que nos mueven, el amor y el miedo.

A menudo hacemos toda clase de cosas, inclusive (en la mayoria de los casos) tonterias por amor o por miedo.

Por amor se han hecho la mas grandes obras de la humanidad, se han perdido y ganado reinos, se han creado mundos, se han escrito obras, se han desarrollado melodias...

Por miedo, se han cometido los peores crimenes, se han echado a perder vidas, relaciones valiosas. Por miedo, lo que podria ser mejor, aun no lo es.

Tenemos miedo a muchas cosas, miedo a la soledad, miedo al ridiculo, miedo al desprecio, miedo a no ser amados, miedo a ser amados, miedo a la libertad, miedo a ser felices, miedo a conocernos, miedo a no tener mas remedio que estar con uno mismo, miedo a la verdad, miedo a la mentira, miedo al que dirán, miedo a nuestros padres, miedo a Dios, miedo al demonio...

Cuando tenemos miedo, no pensamos con claridad, solo reaccionamos.

Cuando tenemos miedo, la razón no funciona, la imaginacion se exalta, las pasiones se desbocan y casi siempre echamos las cosas a perder.

Es dificil vivir sin miedo...

El antídoto contra el miedo es la fé. Y para tener fé, hay que tener confianza en algo superior a nosotros.

La práctica del amor incondicional nos provee de la fe necesaria en momentos de miedo, saber, que no importa lo que pase, podemos amar, es una cuestión de absoluta relevancia.

Ante el ridiculo: Amor. Ante la ofensa: Amor. Ante la crueldad: Amor. Ante el miedo: Amor.

El amor es la respuesta para todos los males, de los cuales el mayor es el miedo.

Hace 2000 años, el maestro Jesús, vino a enseñarnos esta importante lección. La lección del amor contra el miedo.

En estas fechas, celebramos esa gran lección.

Jesús también tuvo miedo. Pero su amor fue mas grande.

Perdono y afronto su destino con amor. Y con ese amor, nos enseño la lección de la libertad. Por ello decimos, que el amor libera.

En estos tiempos, pensar en el maestro Jesús, me llena de inspiración y aunque se, que para poder siquiera imitarlo me falta mucho pero mucho por aprender y recorrer, me queda su gran lección para que cuando siento miedo, como hoy, responda de la única manera posible: Dando amor.

Asi es.

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