domingo, 13 de diciembre de 2009

En esta navidad...

Llevaba mas de una hora escribiendo mi blog de este domingo, cuando al darle publicar, no lo hizo y me borró el texto que había redactado. Era un texto largo que hablaba sobre los mitos de la navidad en forma de una plática entre Jesús y sus discípulos.
Me encuentro contrariado, entre la rabia de haber perdido la información y la resignación de no poder hacer nada.
Sin embargo, antes de decidirme a escribir lo que había escrito, estaba temeroso por poder herir susceptibilidades. El tema religioso siempre es un tema difícil y sumamente sensible.
Me preguntaba si el Maestro Jesús hubiera querido que celebraramos su cumpleaños de la forma en que actualmente lo hacemos. Y en un acto de soberbia le daba voz en una especie de plática. Quizá algún día vuelva a escribirlo, por el momento ya no me dan ganas.
No puedo evitar que en estas fechas se despierte el pequeño Grinch que llevo dentro.
No puedo evitar sentir cierto corajillo, cuando la personas hoscas, rencorosas, traidoras, etc., se vuelven todo amor en estas fechas. Pero pasando las mismas, vuelven a su forma de ser habitual.
No puedo evitar sentir tristeza de ver en los niños y los no tan niños, los ojos de ilusión por el "nuevo jueguete", cualquiera que este sea y olvidar, casi por completo, la ilusión de la fé y el amor.
No puedo evitar, sentirme desesperanzado de la especie humana, cuando en lugar de orar en tranquilidad, de ponerse en contacto consigo mismos, de reflexionar de verdad, sobre su vida y la trascendencia de sus actos, prefieren evadirse del mundo con mucho alcohol, mucho ruido, muchos cohetes, mucha comida, mucho de todo.
Y entiendo al Grinch.
En estos momentos me dan ganas de retirarme a una cueva lejana, lejos de la música, lejos del alcohol, lejos de los cohetes, lejos del ruido y tratar de encontrar la manera de por fín, de una vez por todas, seguir las enseñanzas de Jesús, el Cristo.
Me pongo a pensar si por esta forma de pensar soy un antisocial o un aguafiestas.
Me preocupa de verdad, el no poder disfrutar estas fiestas, como lo hacía cuando era un niño.
Sin embargo, no tengo ganas. No tengo ganas de escuchar el ruido de los cohetes, no tengo ganas de desvelarme, no tengo ganas de gastarme hasta el último peso en regalos, no tengo ganas de alcoholizarme (bueno, de eso casi nunca he tenido ganas), no tengo ganas de pedir posada, ni de romper piñatas...
Me imagino que un mejor tributo a Jesús el Cristo, será reflexionar en sus palabras y enseñanzas, hacer una meditación y una oración pensando en que esperaría él de mí en estos momentos y en centrarme en tratar al menos de ser una mejor persona para poder amar al prójimo como a mi mismo.
Tengo la certeza de que esta navidad será distinta para mi.
No tengo la mas mínima de las ganas de seguir con una tradición materialista, exhibicionista y fuera de contexto con las enseñanzas de quien decimos celebrar.
Si por ello, me vuelvo un Grinch, que así sea.
En esta navidad les deseo paz, tranquilidad y amor. Todo con lo que podamos disfrazar, adornar, distraernos o "Celebrar" es lo de menos.
Asi es.

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