domingo, 6 de diciembre de 2009

El espiritu navideño.

La navidad se acerca y la fe comienza a aparecer en la vida de las personas como aparecen los juguetes de temporada en los anuncios de la televisión.
Es extraño que se comience el año lleno de deseos y propósitos y se termine el año con fe en que las cosas mejorarán.
La mayoría de las personas va perdiendo la fe conforme avanzan los días en el calendario. Comenzamos el año con fe en adelgazar, en ganar mas dinero, en encontrar el amor o mejorar las relaciones, en mejorar la situación laboral, en viajar, etc...
El entusiasmo y el optimismo de inicio de año se va desvaneciendo conforme el dinero del aguinaldo se va acabando y los adornos navideños se van retirando.
Siempre me he preguntado como sería una navidad sin adornos navideños, sin imagenes de Santa Claus, sin frio, sin dinero...
Acaso las personas se inundarían con el mismo "espiritu" tan solo por recordar que se celebra el nacimiento de Jesús. Lo dudo.
Creo que la parafernalia que acompaña a la navidad es aun mas fuerte que el motivo de la navidad misma.
Por esa razón, las personas se reunen a prender los focos de un arbolito, se aglutinan frente a los aparadores de las tiendas o se ilusionan con los juguetes de moda.
¿Donde está Cristo en toda esa parafernalia?
No lo sé.
La fe navideña es una fe postiza. Nace y crece con fecha de caducidad. El espiritu navideño, valga el comentario, es producto de la mercadotecnia. Es un gran negocio que implica la venta de miles de productos y servicios, basado en la buena fe y disposición del consumidor promedio.
Estoy seguro que la mayoria de las personas no se imaginan una navidad sin regalos, sin baile, sin alcohol y sin fiestas.
¿Realmente querría Jesús El Cristo que festejaramos su cumpleaños de la forma en que lo hacemos?
Me imagino que no.
Me imagino que nos diría que no importan las fiestas tanto como la paz interior, que no importan los regalos sino las intenciones, que no importa que perdonemos las ofensas en diciembre si en enero volveremos al rencor...
Me imagino que el preferiría una pequeña oración para dar gracias al Padre por la vida y las bendiciones y no el ostentoso gasto que hacemos en "su honor".
¿Qué pensaría Jesús El Cristo de los juguetes para los niños?
Me imagino que el preferiría que les dedicaramos tiempo de calidad, que les enseñaramos a pensar y que alimentaramos su fe, creyendo en la paz, en el amor, en la felicidad y en la prosperidad; que por cierto nada tienen que ver con duendes fabricantes de juguetes ni con juguetes que se transforman en robots o pistolas.
Seguramente, como muchos lo intuimos, lo que hacemos en nombre de Jesús es todo lo contrario a lo que él nos dejó como enseñanza y en lo que estaría de acuerdo.
Por eso en esta navidad, valdría la pena mas que nunca tener presente el motivo de la celebración y darselo a conocer a amigos y familiares.
Es el cumpleaños de Jesús el Cristo.
El Principe de Poder.
El maestro de la fé.
El maestro del amor.
Poniendolo a él por delante, la navidad adquiere otro sentido... y la vida tambien.
Asi es.

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