lunes, 28 de septiembre de 2009

Los hijos del Rock

El destino me está haciendo referencias a la edad.
Por alguna extraña razón, las estrellas y los planetas se han conjuntado misteriosamente para recordarme mi infancia y adolescencia temprana.
Bueno, escucho a Cepillin regularmente (y ahora gracias a Televisa y su canal Clasico TV, puedo volver a verlo y revivir mis danzas y cantos infantiles), pero eso no cuenta, creo.
El caso es que Maria José "la ex-Kabah", sacó un disco con puras canciones viejitas, de principios de los 80´s la gran mayoría.
Mijares por su parte sacó un disco con covers de canciones viejitas.
Y todo suena ochentero.
Lo bueno de esto es que los jovenes que cantan y bailan esta música, en su mayoría desconocen su origen y creen que se trata de melodías "nuevas".
Algo similar nos pasó a nosotros y seguramente le ha pasado a todas las generaciones.
Lo rescatable, me parece de esta fusión generacional, es que pone en evidencia que los jóvenes de hace 30 y 40 años, no somos muy diferentes a los jóvenes de la actualidad.
Es momento de recordar a la maldita vecindad "Hey Pá, fuiste pachuco..."
Resulta que como jóvenes somos rebeldes e intrépidos pero como padres corremos el riesgo de ser hipócritas y desleales con nuestras actitudes y sueños de juventud.
Esta generación en la que están nuestros hijos, será de aquellos cuyos padres cantaron "Sufre mamón" con los hombres G, "Mi agüita amarilla" con los Toreros Muertos y "nos levantamos con la cruda de ayer(Ruido de fondo)" de Charly Garcia.
Cuando escucho a mis alumnas cantar "No soy una señora", algo se me mueve por dentro. Cuando me pregunto, qué pensaría si fuera una hija mia, algo me quema por dentro.
En este momento una risa con un toque de sarcasmo, me invade.
¿Realmente podremos pedir a nuestros hijos esa rectitud que tanto despreciamos cuando eramos jovenes?

Esta será una generación muy especial sin duda.

Los abuelos no son tan viejos; en el peor de los casos, disfrutaron del Rock and Roll en los 60's. En nuestro caso como padres, nos tocó vivir desde el Rock en tu idioma hasta el renacimiento del Heavy Metal en su etapa más drástica, Marilyn Manson incluido.

Nuestros hijos, los niños de ahora, son los hijos del Rock.

En una breve encuesta que hice con jóvenes de entre 12 y 18 años, casi nadie ubica o conoce a los artistas del bolero, de la canción ranchera y vaya, ni siquiera del POP de los 80´s. Al hablar timidamente de Manolo Muñoz (a quien entrevisté para la radio hace años) en la cafetería de la escuela, me vieron con cara de "pobre profe ya esta ruquito".

Y me pongo a pensar, si para tener claro el futuro, no será necesario tener primero bien claro nuestro pasado.

Y es que el pasado de nuestros niños y jovenes se ha mezclado tanto con su presente, que pareciera que vivimos en unos 80's y 90's eternos.
Baste ver el fenómeno Michael Jackson y una Maribel Guardia actuando como jovencita eterna, para medir la poderosa verdad en mi anterior afirmación.

Como padres jóvenes, tenemos la obligación, no solo de transmitir a nuestros hijos nuestra época dorada, sino también la época dorada de nuestros padres y abuelos. Esa misma en la que crecimos y gracias a la cual, nuestra época ha perdurado tanto tiempo en el imaginario colectivo.

Me asusta la idea de tomar mi responsabilidad como padre en este olvido colectivo.
La internet, la TV por satelite y en si, el fenómeno de la globalización, no s ha puesto en este vertiginoso presente.

Mi hijo cree que Rafita Medina es el nombre real de Pedro Fernández.

Y Pedro Fernández era mi ídolo cuando yo tenia los mismos 7 años de mi hijo.

Nos debemos a nuestra historia.
Honrar a nuestros padres y madres, va mas allá de respetar sus reglas y costumbres (que por cierto es lo mas aburrido y a veces no es tan conveniente).
Significa transmitir su herencia y patrimonio cultural, su historia musical, su historia artística.

Los hijos del Rock, necesitan saber de Chico Ché, Pedro Vargas, Agustín Lara, Javier Solis, Libertad Lamarque, Maria del Sol, Cristal, Edinta Nazario, María Conchita Alonso, Los Chamos y tantos y tantos artistas, con los que crecimos y ahora forman parte de su vida, sin que ellos lo sepan.

Asi es.

No hay comentarios: