domingo, 24 de enero de 2010

Viviendo al límite...

Voy caminando por un centro comercial del DF, cuando de pronto me encuentro con un stand de un famoso laboratorio clínico. "Le hacemos la prueba del colesterol y del azúcar gratis", me dice una bonita edecán que debe rondar entre los 21 y 24 años de edad, "¿Le interesa?". Lo dudo por un momento, yo no creo en estas cosas de las enfermedades, me recuerdo a mi mismo. Finalmente, acepto. "Ok, firme estas hojas de autorización y pase por acá". Me pregunto porque les tengo que autorizar mediante firma, mi mente paranoica piensa en agujas infectadas, pruebas de resistencia... firmo la hoja sin leerla, debe ser un mero formulismo me digo a mi mismo. Le paso por allá y estoy frente a un monitor de LCD de tecnología "Touch". "¿Si sabe usar la tecnología "Touch"?", me pregunta la edecán que con esta pregunta, ya no es tan bonita, sino un poco molesta, le respondo que si con una sonrisa de falsa amabilidad. Me encuentro frente al monitor, tecleando mis datos...la pantalla comienza a fallar...solo esto me faltaba, aprieto las teclas y nada hace...se acerca la edecan..."¿Algún problema?", la pantalla se traba, digo con un aire de desprecio por sus aparatos que no sirven, la edecan se acerca, teclea, y el monitor "touch" responde!, demonios, pienso para mis adentros, se debe haber destrabado justo cuando ella llegó, me acerco para seguir escribiendo y... el monitor no responde, termino siendo asistido por la solícita edecan...la vergüenza comienza a correr por mis venas, si la vergüenza elevara el colesterol o el azucar, seguramente saldría con niveles altos. Comienzan las preguntas: ¿Fuma?... este... si, ¿Desde hace cuánto?...¿Se refiere a mi primer cigarrillo o mi última etapa como fumador?, porque no he fumado permanentemente...mis explicaciones no le importan, me lo dicen sus ojos... de 10 a 20 años, respondo con mas vergüenza recordando mi primera intoxicación por humo de cigarro en la época de preparatoria...¿Sufre de migraña?...No, gracias a Dios!...¿Diabetes?...No,¿Presión alta?...No,¿Depresión o Tristeza?...Me pregunto a mi mismo si debo comentar mis episodios de depresión, las ocasiones en que el Prozac me ayudó a estabilizar mi organismo, el llanto de las últimas semanas o me debo comportar como un buen ciudadano y mentir para ocultar la espantosa realidad, pero mi ética no me permite mentir, chance y me regalan una dotación de Prozac por mi sinceridad, ellos son los fabricantes, además está carísimo, uno nunca sabe si lo puede necesitar, despues de todo he estado muy triste...Si,si sufro de episodios de depresión respondo con entereza. A la edecán parece no importarle mi acto heroíco de honestidad y sigue preguntando: En su familia, alguien sufre o ha sufrido de...todas las respuestas son afirmativas...desde la hipertensión hasta el infarto al corazón, me comienzo a sentir incómodo, ¿Será que esto de las enfermedades es real?, además, ¿Me podrían haber heredado toda la mala suerte?
"Gracias por responder al cuestionario, pase por acá, en un momento le llaman, desabrochese las agujetas de sus zapatos para que se los pueda quitar rapidamente".
Me desabrocho las agujetas de mis gastados tenis converse y mientras espero a la puerta del minilaboratorio portatil, a mi lado, un hombre pequeño de unos 60 y tantos años de edad, se acerca al "doctor" que está frente a mi. Él no puede ser un doctor de verdad, me digo para mi mismo, sólo trae la bata para dar el gatazo, pero con trabajos y habrá salido de la preparatoria, está muy jovencito. El hombre pequeño tiene una barba canosa, me llega a los hombros, trae una camisa a cuadros y anda con huaraches y calcetas, por su aspecto me parece que podria ser profesor de filosofía, psicología o sociología en alguna universidad pública, me muestra su receta y le pregunta al "doctor": ¿Oiga que dice aquí?, el "doctor" aparenta no entender, ¿Qué dice aqui?, insiste mostrándome la receta, para que leyera lo que el doctor no puede. Viagra, leo en silencio. El "doctor" ríe. Yo aún no entiendo la broma. ¿Porqué me recetan esto? dice el hombre pequeño y continúa:"Yo soy soltero". El "doctor" duda para responder, ambos se me quedan viendo, busco en mi mente alguna respuesta para salir del paso pero no encuentro ninguna, me les quedo viendo y les sonrío como respondiendoles, "ese es su pedo, a mi no me metan", por fin, el "doctor" le responde: "Pues para que deje de estar soltero". El hombre pequeño ríe, me voltea a ver y yo también río, finalmente el "doctor" salió bien librado. El hombre pequeño se aleja con su autoestima renovada y una esperanza. De pronto llega una señora de entre 50 y 60 años y se para junto a mi, me dice: "Se me olvidó decirle a la doctora que con las Goicotabs pude volver a caminar", mi primer impulso es responderle que está en el stand equivocado, que Goicotabs es de la competencia y que no sirve para volver a caminar, que seguramente todo está en su mente y su fe es muy grande... sonrío y no se porqué respondo:¿De verdad? mostrando interés... en ese momento me desenchufo, la señora me platica sobre como no podía doblar las piernas...música de elevador...regreso, la señora me dice: "¿Ve esa muchacha gordita de allá?", volteo y contesto afirmativamente moviendo la cabeza, "salió con el colesterol bajo, no tiene que ver la gordura con el colesterol, es acerca de lo que comemos". Entiendo que me lo dice para consolarme, para darme esperanzas. Por fin se va a contarle a la "doctora" de las Goicotabs milagrosas, pero no escucho que le responde la "doctora", por mas que estiro las orejas. Por fin me llaman. Me pesan, me miden, me ponen aparatos, me pinchan el dedo, la sangre fluye en pequeñas muestras y me mandan afuera a esperar mientras hacen anotaciones. Por un momento recuerdo mis clases de psicología del consumidor y me pongo en el lugar de los "doctores" anotadores. "Clase social, media alta a alta, trae un blackberry de última generación y además un celular nokia barato. Profesionista. Vida sedentaria de 35 a 45 años, antecedentes familiares de enfermedad. Fumador y adicto a la cafeína. Tenis de marca. Padre de familia." Y caigo en la cuenta. Soy parte del target. La edecán no me ofreció el servicio por amabilidad o porque fuera su trabajo. ¡Soy parte del target!, miro a mi alrededor y solo veo hombres como yo. 35 a 45 años, barba en cualquier modalidad, camiseta de algodón, pantalón de mezclilla, tenis, celular y llaves de coche con alarma. Todos intentan disimular, aparentar que están ahí por diversión solamente, a ninguno de nosotros nos preocupa la salud, solo que... no tenemos nada que hacer y además es gratis. Mi mente de publicista vuelve al ataque y me ve a mi en close up, hablando frente a la cámara sobre la prevención de las enfermedades y porque es importante cuidar la salud, por mi, por el amor a los hijos, por el futuro. Puedo ver a cada hombre dando su testimonio en comerciales diversos. Una gran campaña publicitaria para hombres adultos jovenes que están a punto de entrar en la edad de las enfermedades. Me asusto. Me llaman por mi nombre. Es la "doctora". Me pregunto si no será ilegal decir que son doctores cuando tienen toda la facha de no serlo. Me pregunto si en realidad será doctora y lo que pasa es que los doctores modernos ya son tan distintos. Me siento frente a ella. A estas alturas todas mis defensas y argumentos están aniquilados. Cai en su estrategia de mercadotecnia como un ingenuo consumidor cualquiera, debo completar el proceso con dignidad y salir con la cara en alto. Se lo contaré a mis alumnos, los apantallaré con mi sabiduría y finalmente, tendré otro ejemplo para ilustrar las estrategias de relaciones públicas y promoción de ventas. Soy muy inteligente.
"Señor Efrain, aquí están sus resultados.Le voy a hacer algunas preguntas". Y de nuevo, lo mismo. Finalmente me muestra la hoja recien impresa. "Tiene niveles normales en casi todos los rubros, solo el colesterol y la glucosa están al límite de lo normal, no está mal, pero debe comenzar a cuidarse. Aun no tiene obesidad, pero está en el límite del sobrepeso, en esta hoja encontrará algunas recomendaciones sobre nutrición y si anda por aqui, en 3 horas llegará nuestro nutriólogo, quien le puede dar una consulta gratis y elaborarle un plan alimenticio a su medida".

Le doy las gracias con una sonrisa.
Recojo mis papeles y salgo del stand médico.

Al menos no tengo disfunción erectil me digo para mi mismo.

Repaso mentalmente.
A partir de mañana:
Dejar de fumar, dejar de comer...mmm...reviso la lista que me dieron...¡utamá! ya no puedo comer nada!,ok, volverme vegetariano; caminar, hacer ejercicio y ya no comer carbohidratos.

He comenzado a vivir la edad de las prohibiciones.

Y todo por vivir al límite...del colesterol, la glucosa y el sobrepeso.

Chale.
Así no seguirá siendo.

3 comentarios:

lary dijo...

jajaja ... a quién va a tratar de apantallar¿?

... ingenuo ingenuo y lo peor del caso .... k lo hizo con pleno conocimiento de lo k hacia !!!! jajajaj

So good!!!

Unknown dijo...

me gusta...ya te diré mas luego...

Unknown dijo...

ME GUSTA...YA TE DIRÉ MÁS....