domingo, 3 de enero de 2010

Todo es relativo.

Ya estamos en el primer fin de semana del año nuevo. A estas alturas, algunos ya empezaron con sus nuevos propósitos y algunos mas, ya se desanimaron.
Esto del año nuevo y el tiempo me remite mentalmente sin remedio a Einstein. Me imagino que Einstein era igual de desesperado que yo. De otra manera, no comprendo porque ponerse a pensar en el tiempo, destrozar su concepto y con el su importancia y remitirlo a una conclusión tan lógica y simple que se volvió la teoría científica mas importante del siglo pasado y quizá de todos los tiempos: La teoría de la relatividad.
El tiempo es relativo. Junto con el tiempo, casi todo lo demás es relativo. O quizá deba decir, TODO lo demás. Resulta que el tiempo humano en el planeta tierra depende de las vueltas que da la tierra sobre su eje y alrededor del sol. Asi de simple. Si la tierra variara su velocidad o se moviera mas cerca o mas lejos, nuestro tiempo cambiaría y ese solo cambio provocaría un cambio sustancial en nuestras vidas. En la película de Jack y los frijolitos mágicos, uno de los cambios entre un mundo y el otro, es el tiempo, un dia allá es un año acá. En tres siglos humanos, pasa un año allá. Viajar entre un mundo y otro es algo complejo para los protagonistas. La heroína se enamora del tatarabuelo de quien finalmente es su pareja definitiva. Cuestión de enfoques.
Pero no sólo el tiempo es relativo, vivimos en un mundo de relatividades.
Algo que hoy, en este lugar, en este momento y con las mismas personas parece imposible, puede ser normal en un dia o en cuestion de tiempo. De hecho, las personas del mundo vivimos diferentes realidades simultáneas.
Y todo por la relatividad.
Para algunos habitantes de África, el asesinato es normal, cotidiano. Para algunos habitantes de medio oriente es común y corriente atarse una bomba al cuerpo y hacerse explotar en medio de una multitud. Para algunos habitantes de sudamérica golpear a sus mujeres es parte de sus costumbres. Una persona para quien el asesinato parece una opción imposible, mataría sin pensarlo con tal de salvar a su hijo al verlo en peligro. Todo es relativo.
Relativo a las costumbres, a las tradiciones, a las formas de pensar, a las condiciones del entorno, a la educación, a la religión... etc.
Como todo es relativo, todo es justificable. Como todo es justificable, no existe ni el bien, ni el mal.
Pretender catalogar algo de bueno o malo o pretender siquiera tener la razón absoluta sobre algo, es ignorar la Teoría de la Relatividad.
Lo peor de esto de la relatividad es que mas de la mitad del mundo hace cosas distintas a nosotros los occidentales.
Pero como se supone que nosotros somos "los buenos", entonces nuestra verdad es la verdad absoluta. Y juzgamos, y creemos, y decimos, y castigamos.
Mal, mal, mal.
Al ver en las noticias a los japoneses y chinos celebrar el año nuevo, supe que algo estaba mal. Su manera de contar el tiempo, no es la nuestra. Al menos no para todos.
Al parecer se quieren alinear a occidente. Eso me parece grave. Lo bonito de este mundo es su pluralidad y sus diferencias.
Mientras haya en el mundo alguien que piense y haga las cosas diferentes a mi, sentiré esperanzas. Mientras haya diferencias habrá aprendizaje.
Me gusta saber que no todos creen en el mismo Dios, que hay quien puede tener varias esposas y pensar que con eso agradan a Dios, que hay sociedades donde las mujeres mandan, que hay quien le da poco valor a su vida en comparación con el valor de la patria o que hay quien puede correr desnudo o comer bichos sin prejuicios de ningún tipo. Sin sentirse culpable.
Pero bueno, la culpabilidad también es relativa.
El pecado es relativo, el diablo es relativo, el infierno es relativo.
La relatividad también da esperanzas, pues me dice que cuando mas dudas tengo o me siento mas mal, puedo estar equivocado. Es decir, lo malo en otro contexto es una bendición.
Bendita sea la relatividad.
Asi es.

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